IGLESIA DE VALDECEBADAR
Agradecimientos:
A nuestro colaborador desde Valencia José Gil-Rodrigo, amante del Arte Altomedieval Español, que nos ha proporcionado la información y las fotografías que se utilizan es esta ficha.
Notas previas
- Descubierta y estudiada en 1976 por Thilo Ulbert, del Instituto Arqueológico Alemán.
- Varias campañas de excavación que continúan en la actualidad.
- Sin status oficial de protección.
Descripción
La iglesia visigoda de Valdecebadar, o mejor dicho, sus ruinas, pertenecen al grupo de monumentos de la Alta Edad Media descubiertos en época relativamente reciente. Su hallazgo en los años 60 fue una esperanzadora noticia para la Arqueología, que hizo pensar que aún podía haber mucho por descubrir. Pero por desgracia, Valdecebadar no es un edificio, sino sólo una planta de edificio, apenas una estructura esbozada en el suelo, restos de muros de escasa de altura.
Cualquier vestigio de decoración, columnas, pilastras, etc. desapareció hace ya mucho tiempo, y sólo la planta y algunos elementos de cimentación y soporte permiten deducir las características originales. Sólo es posible localizar las ruinas de la iglesia si alguien que conozca el lugar nos indica la situación exacta, ya que ningún detalle la hace destacable sobre el horizonte de campos de labranza.
El hallazgo se atribuye al Instituto Arqueológico Alemán, concretamente a Thilo Ulbert, en 1967/68. En aquel tiempo trazó un plano (adjunto), al parecer el único existente, indicando la posición de algunas estructuras de cimentación, una pila bautismal de inmersión, y un conjunto de tumbas en el interior y los alrededores, hechas con ladrillos y tégulas, características de los enterramientos tardoromano-visigodos. Otro detalle extraño en Valdecebadar es la posición de la única puerta de acceso identificada, al extremo Sur del crucero, rasgo atípico en una iglesia por otra parte calificada sin dudas como visigótica.
Posteriormente se llevaron a cabo otros estudios del lugar, entre ellos, una nueva campaña en 2001-2003 dirigida por el propio Ulbert (a la sazón director del Instituto Arqueológico Alemán), Christoph Eger y Luis Caballero Zoreda entre otros. De este periodo son las fotos adjuntas.
Tras los estudios, los restos fueron convenientemente cubiertos de tela aislante y gravilla, lo que valoramos mucho los amantes de la Arqueología, pues no siempre se suelen dejar los restos arqueológicos protegidos adecuadamente al terminar o interrumpir una campaña.
Hay referencias de que el suelo es de opus signinum y bien conservado, pero precisamente el recubrimiento protector no permite verificarlo.
El edificio tiene planta de cruz griega, con una longitud de brazos de unos 18 metros, cruz casi perfecta, y decimos «casi» por ser conocida la aversión de los constructores medievales por los ángulos rectos: Los edificios suelen tener con frecuencia plantas de geometría irregular, aproximativa, así como anomalías en la orientación al Este, ortodoxa, de la cabecera, como sucede de forma ostensible en Marialba de la Ribera (con el testero casi apuntando al Sur), mientras que Valdecebadar está perfectamente orientada.
De la figura básica de cruz griega de la planta, emergen tres cuerpos: Hacia el Este, una cabecera con trazado exterior e interior ultrasemicircular, en forma de herradura muy cerrada, sobrepasada en 1/3 de radio.
En el muro Este del brazo Norte de la cruz se abre el acceso a una estancia cuadrada, de dimensiones similares a cualquiera de los cuatro brazos de la cruz (ver plano adjunto), que ocupa el hueco Nordeste de la cruz. En esta habitación se halló una pila bautismal de inmersión con dos pequeños tramos de escalera de tres gradas, muy similar a la de Aljezares. La diferenciación de espacios que distingue tradicionalmente los dos sacramentos, Bautismo y Eucaristía, queda así subrayada por esa disposición, anexa y aislada, del baptisterio (Ulbert).
Curiosamente, esta estancia no aprovecha el muro Norte del brazo Este de la cruz, sino que tiene su propio muro Sur, lo que deja un extraño espacio entre ambos muros, sin ninguna utilidad comprensible.
El tercer cuerpo es otra estancia cuadrada, de dimensiones casi idénticas a la anterior, y utilización desconocida, que ocupa el hueco Sudeste de la cruz. A ella se accede por el muro Sur del brazo Este de la cruz base. Es una especie de “sacristía” que, al igual que antes, tiene su propio muro Oeste de cierre, en vez de utilizar el muro Este del brazo Sur, lo que resultaría más lógico y económico. Y al igual que en el caso anterior, queda un espacio inutilizado entre ambos muros sin explicación constructiva alguna.
Imaginar la forma original de la iglesia y su evolución es arriesgado: Algunos autores apuntan que inicialmente se trataba de un templo de tres naves y tres cabeceras, que fue sometido a una completa reforma estructural. Igualmente, su función está por determinar: Mausoleo, capilla de un monasterio (improbable según Caballero Zoreda y Ulbert, debido a la presencia del baptisterio) o de un latifundio tardorromano.
Las formas de Valdecebadar ilustran la transición desde la forma basilical de origen romano que vemos en San Juan de Baños, con sus tres naves y su más que probable triple cabecera de ábsides cuadrados separados (Fontaine), como los que perviven en Santa Lucía del Trampal, a las formas, ya claramente hispanovisigodas, basadas en la simetría central y planta de cruz griega, como en San Pedro de la Nave, San Fructuoso de Montélios, Santa Comba de Bande, la Dehesa de la Cocosa o incluso Melque.
La estructura del espacio interior pasaría del ámbito diáfano de la forma basilical, a la fragmentación basada en arcos interiores delimitando los brazos de la cruz. La falta de elementos verticales impide deducir la estructura real de Valdecebadar, pero los apoyos en los ángulos internos de la planta cruciforme, y en el centro de los lados del cuadrado central, sugieren que existieron arcos interiores, arcos dobles en esta ocasión (Palol), en vez de triples como en Montelios, y su función, además de decorativa, pudo ser de soporte de una cúpula.
Esta fragmentación del espacio interno en pequeños ámbitos, oscuros y crípticos, estaba seguramente asociada con las peculiaridades del culto, la separación de los fieles en grados de iniciación, y la correspondiente división del espacio, con canceles y quizá incluso con cortinas.
Este rasgo de Valdecebadar, (y de San Fructuoso de Montélios) dista de la claridad del espacio interior del que se supone modelo estructural de todas las iglesias visigodas de planta de cruz griega: El llamado Mausoleo de Gala Placidia en Ravenna. Esta atomización de los espacios interiores se prolonga hasta el Mozárabe, por ejemplo con las formas laberínticas del interior de Santa María de Lebeña, y desaparece sólo con la llegada del Románico, sus nuevos conceptos espaciales y el fin de los rituales orientalizantes.
Conclusiones
Los interesantes restos de Valdecebadar son de los que nos recuerdan que la afición por la Arqueología es, en gran parte, imaginación: En efecto, los escasos rasgos visibles, castigados por el tiempo y la indiferencia, son las únicas pistas con las que intentar imaginar cómo eran aquellos siglos, que algunos califican injustamente de “oscuros”, de la Alta Edad Media.
Otra información de interés
Forma de Acceso: Las ruinas de la iglesia visigoda de Valdecebadar se encuentran en el interior de una finca agrícola privada situada al Norte de Olivenza, Badajoz, llamada Cortijo de Valdecebadar, que en algunos mapas denominan Valdecebadal. Coordenadas GPS: 38º 44′ 22,89″N 7º 5′ 16,87″W.
Teléfonos de Información: Ayuntamiento de Olivenza. Teléfonos: 924492934 / 924492935 y Cortijo de Valdecebadar.
Horario de Visitas: Consultar, es necesario un permiso del propietario del cortijo.
Bibliografía
Thilo Ulbert: Die westgotenzeitliche Kirche von Valdecebadar bei Olivenza (Prov. Badajoz) (Madrider Mitteilungen Nº. 14, págs. 202-216,
1973).
Thilo Ulbert, Christoph Eger: Valdecebadar bei Olivenza (Badajoz): Neue Untersuchungen in der kreuzförmigen Kirche und ihrem Umfeld Madrider Mitteilungen, Nº. 47, págs. 221-252, 2006).
Pedro de Palol, Gisela Ripoll: Los godos en el occidente europeo. Ostrogodos y visigodos en los siglos V-VIII (Ediciones Encuentro, Madrid, 1988).
Jacques Fontaine: El Prerrománico **(Ediciones Encuentro, Madrid, 1978)
Pedro Mateos Cruz, Luis Caballero Zoreda: Repertorios de Arquitectura Cristiana en Extremadura – Epoca Tardoantigua y Altomedieval (Anejos de AEspA XXIX, Instituto de Arqueología de Mérida – CSIC, 2003).
Portales
One thought on “IGLESIA DE VALDECEBADAR”
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Muy buen artículo. Enhorabuena.