Índice de fichas de monumentos mozárabes

Fundado en el año 879, este monasterio es el representante más significativo del Arte Mozárabe en Cataluña y, junto a San Pedro de Roda y Santa María de Ripoll, uno de los ejemplos más interesantes de la Alta Edad Media Catalana. En su planta de gran tamaño, es basilical de tres naves separadas por arquerías de herradura, con crucero con absidiolos que sobresale de las naves y ábside cuadrado, encontramos un claro ejemplo de transición al Románico.

Construido por monjes que provenían de Córdoba, es una de las iglesias más interesantes del periodo mozárabe. Consta de tres naves separadas por arcos de herradura sobre columnas y capiteles, con un crucero de la misma anchura que las naves, separado de ellas por una iconostasis también de arcos de herradura sobre columnas, y tres ábsides, de planta en forma de herradura inscrita en un cuadrado, de mayor tamaño el central que los laterales.

Aunque esta ermita, recientemente restaurada, de una sola nave y un ábside cuadrado, está considerada como románica de posterior a 1060, fecha en que Fernando I conquistó la zona, por su estructura con cabecera rectangular, testero plano y cubierta por bóveda de cañón, y por los arcos de herradura de acceso al ábside y de entrada en el costado sur, parece muy anterior. En su interior se descubrió un importante ciclo de pinturas románicas de 186 m² datadas a principios del siglo XII, muy relacionadas con las de San Baudelio de Berlanga y la Vera Cruz de Maderuelo, posiblemente de la misma mano.

Protegiendo un cenobio rupestre del siglo VI se encuentra esta iglesia monacal, formada por dos naves, algo único en España, dos ábsides y un pórtico adosados a la montaña. Debido a diversos avatares encontramos en ella restos visigodos, mozárabes y protorrománicos. Este monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad, fue sede de un importante escriptorium, origen de los primeros escritos en los que se utilizó el castellano, en el siglo X.

Considerado como el único monumento mozárabe que se conserva en Portugal, se trata de una basílica de tres naves de cubierta plana separadas por arcos de herradura de estructura semejante a los visigodos sobre columnas dóricas quizá reutilizadas, y tres ábsides, mucho mayor el central que los laterales, como sucede también con las naves. Datada por una inscripción en el año 912, está aún muy influida por el arte asturiano y la forma de construir visigoda.

Esta ermita, en completo estado de abandono, está situada en un peñón, sobre la Cueva de San Pelayo, que según la tradición encontró el conde Fernán González habitada por éste y otros eremitas, se considera datada en 912 aunque con modificaciones posteriores, está construida en silería irregular y consta de una nave rectangular y un ábside de testero plano en el que hay una ventana abocinada tallada en dos sillares y cubierto por bóveda sobre pechinas. Según noticias de siglo XVIII, la ermita estaba comunicada con la cueva, aunque no se ha podido comprobar.

Iglesia mozárabe hoy desaparecida, parece ser que sobre los restos de otra visigoda construida por Chindasvinto en el año 653, de la que se conserva un interesante conjunto de capiteles del siglo X semejantes a la serie mozárabe de San Cebrián de Mazote, tanto en su interior como en el porche de un edificio adosado a la iglesia, actualmente en ruinas.

Ermita, de la que no existen referencias documentales hasta el año 1119. Construida en aparejo de piedra muy regular, consta de una sola nave y un ábside, separados por un bello arco de herradura muy pronunciado. Son también muy interesantes los modillones lobulados del tejado por su decoración.

Es el edificio más antiguo de León, construido en el primer cuarto del siglo X por Ordoño II, fue posiblemente capilla sepulcral de la casa real de León. Fue muy modificado después de que Almanzor arrasara León y en los siglos XV y XVI. El templo primitivo tenía planta de cruz griega, de la que se conserva una especie de crucero con arcos semicirculares y bóveda gallonada. Se visita una exposición muy cuidada sobre su historia y estructura.

Situada en el camino primitivo de Santiago de Compostela y en un entorno pleno de construcciones históricas abandonadas, como las casas-torre de Arriba y de Abaixo, varios pazos y donde se cuenta que los peregrinos tenían hasta siete refugios, la iglesia de San Salvador, de la que se desconoce su origen aunque esté documentada desde el año 897, y que sabemos que existió en época visigoda, como se comprueba en varias inscripciones encontradas en su pavimento de pizarra, que fue modificada en estilo mozárabe, como demuestra la ventana que se conservó en la última reconstrucción deI año 1619, en la que  se conservó su planta formada por nave, presbiterio y ábside rectangular.

Descubierta hace pocos años y recientemente excavada, se trata de una iglesia formada por una única nave y un ábside de planta en forma de herradura, separados por un arco toral también en herradura, orientado de forma atípica hacia el sudeste. Está situada a poco más de 1km de Santo Tomás de las Ollas, de la misma época y con una estructura semejante.

Situada sobre una loma rocosa y construida a base de muros de gran grosor, consta de una cabecera mozárabe de la segunda mitad del siglo X con un ábside trapezoidal al que se accede por medio de un magnífico arco triunfal de herradura pronunciada y una nave de construcción posterior, abovedada con tres arcos fajones sobre pilastras que sobresalen de los muros. Es muy interesante el ara del altar, con inscripciones en un costado.

Consagrada el 20 de diciembre del año 946, es una construcción sencilla de una única nave rectangular y una cabecera trapezoidal orientada al este. La nave está cubierta con bóveda de cañón y dividida en dos tramos prácticamente iguales por un arco toral de medio punto.

A partir de una primera construcción, posiblemente visigoda, formada por una única nave y un ábside trapezoidal, en el siglo X se amplió a una estructura de tres naves y otra transversal a modo de crucero, cubiertas con bóvedas de piedra, añadiendo al ábside inicial otros dos laterales semicirculares. Los distintos espacios están comunicados entre sí mediante arcos de herradura. En su interior existe un interesante conjunto de pinturas mozárabes y románicas.

Edificio de una sola nave con ábside trapezoidal, ambos cubiertos por una bóveda de herradura poco acusada que se conserva parcialmente, situada en un asentamiento de hábitat característico de finales del mundo romano e inicios de la Edad Media.

Se trata de un edificio pequeño, con restos de tres naves y tres ábsides posiblemente de época de repobblación, aunque su origen puede ser anterior. La zona más interesante es el muro del ábside, construido en grandes sillares de granito de tradición romana semejante a Santa Eulalia de Bóveda, que conserva dos ventanas geminadas con alfiz y arcos de herradura muy cerrada de clara ascendencia mozárabe.

Esta iglesia conserva parte de una nave y la cabecera mozárabe, cuadrangular, construida a base de sillería de gran calidad, cubierta con bóveda de cañón que soporta un tejado a dos aguas con modillones de rollo muy semejantes a los de las cercanas Santa María de Lebeña y San Román de Moroso. En su interior los dos espacios están separados por un arco triunfal de herradura que ha sufrido modificaciones a lo largo de su historia. No existe sobre ella ninguna referencia documental, pero los modillones permiten datarla en el siglo X, de la misma época que las dos iglesias mencionadas.

Ermita de una nave y un ábside, ambos cubiertos por bóveda de cañón y separados por un arco de herradura. Al construir la bóveda de la nave, que inicialmente estaba cubierta en madera, se reforzaron los muros laterales con arquerías adosadas, también en forma de herradura, que recuerdan a las de San Miguel de Cuxá.

Construido en el primer tercio del siglo X, posiblemente por monjes mozárabes, se trata de una iglesia de planta en forma de cruz griega, con entrada en el lado sur, tres ábsides y dos compartimentos a cada lado de la nave principal, por lo que parece de planta basilical. El interior es de gran originalidad, todo él abovedado sobre pilares con columnas adosadas y capiteles de una talla de gran calidad. Es una de las obras más importantes del arte mozárabe.

Iglesia basilical de tres naves, que conserva únicamente los primeros tramos central y norte de las naves y el ábside cuadrado. La separación de los distintos espacios se efectúa mediante arcos de herradura prolongados en 1/2 y 2/3 del radio, con una imagen de los del eje central que recuerda a Mazote y Celanova.