SAN SALVADOR DE PRIESCA
Notas previas
- Declarada Monumento Nacional en 1913.
- En época barroca se modificaron los compartimentos laterales y se añadieron los póticos adosados.
- Restaurada inicialmente en 1914, en una intervención en la que se destruyeron las inscripciones de consagración del edificio, fue incendiada en 1936 y reparada inmediatamente después de la guerra por L. Menéndez Pidal.
Entorno histórico
Situada en una colina, muy cerca de Villaviciosa, San Salvador de Priesca es la última de las edificaciones del Arte Asturiano que ha llegado hasta nosotros. Fue consagrada en el año 921, cuando Alfonso III ya había muerto, la corte se había trasladado a León y se había impuesto el estilo mozárabe en el resto de los territorios conquistados. A pesar de ello es considerada como del periodo artístico de este gran monarca asturiano, aunque a la vez se observa en ella la clara decadencia de un estilo en extinción porque no es capaz de renovar sus estructuras, mientras aparecen en ella muestras del nuevo arte mozárabe en algunas pinturas y en los arcos de herradura de algunas ventanas. Como gran parte de las iglesias asturianas, fue incendiada en 1936, aunque en este caso sólo ardió la techumbre, que era aún la original, y después de su restauración se encuentra en muy buen estado, conservando toda su decoración esculpida y algunas pinturas originales.
Descripción
Muy semejante a la iglesia de San Salvador de Valdediós, que está situada a unos 20kms, pero sin conservar su cobertura abovedada lo que permite una mayor anchura de la nave central, su estructura es la tradicional de acuerdo con la normalización que afectó a los edificios religiosos asturianos en los periodos de Alfonso II y Alfonso III. Exteriormente, se trata de una iglesia de tres naves, con un pórtico adosado posteriormente en el costado sur y cuatro grandes ventanas rectangulares, con arco de descarga en ladrillo y celosía, en cada lado de la nave central, sobre los tejados de las laterales. Dispone de cabecera plana con tres ábsides separados por contrafuertes, una ventana en cada uno de ellos y otra, de dos arcos de herradura sobre una pilastra central, en la planta superior de la capilla principal, sobre una cámara alta sin acceso desde el interior. La fachada principal es también plana, con puerta central en arco de medio punto sobre impostas decoradas, contrafuertes en la línea de separación de las naves y una espadaña muy posterior en la terminación del muro oeste. También existen algunos contrafuertes dispuestos de forma irregular en los muros laterales, que disponían, como en la mayoría de las iglesias asturianas de estos dos periodos, de dos compartimentos a la altura del último tramo de las naves, hoy desaparecidos.
Su interior, del que ha desaparecido una iconostasis, formada por dos pilares y dos tableros decorados, que existió hasta mediados del siglo pasado, es también totalmente tradicional: planta basilical de tres naves separadas por arcos de medio punto en ladrillo sobre pilares cuadrados de sillarejo, con impostas molduradas que la dividen en cuatro tramos, de los que el primero corresponde a un pórtico de la anchura de la nave central y dos compartimentos laterales para acceso a una tribuna superior construida en madera. Las naves estaban cubiertas con tejado plano de madera, en forma de armadura de tijeras, formando en el exterior una cornisa corrida, cobertura que parece ser que aún existía en su estado original hasta el incendio de 1936. Muy interesante es la cabecera que está formada por tres ábsides, de la misma anchura que las naves y cubiertos por bóveda de cañón. El central, que dispone de un gran arco triunfal soportado por columnas y capiteles de hojas nervadas semejantes a los de Valdediós, está decorado por arquerías ciegas sobre columnas cuyas basas se apoyan sobre un zócalo que recorre los muros y rematadas por capiteles de decoración vegetal sencilla pero muy bella. Están formadas por tres arcos de distinta altura en el central, pero de la misma altura en los muros laterales. Sobre éstos existe una imposta que soporta la bóveda. En los ábsides laterales el arco se apoya en capiteles-imposta sobre pilares y, aunque no disponen de arquerías ciegas, conservan la imposta decorada en la base de la bóveda.
Tanto en los ábsides como en el muro lateral se conservan restos de la pintura original, de un tipo y colores muy semejantes a los de San Julián de los Prados y, por lo tanto, a los mosaicos de Veranes, que incluye grandes óvalos alrededor de los arcos con decoración de círculos concéntricos entre ellos en los arcos ciegos de la cabecera, y el resto, situados en los muros de la cabecera y en del muro sur, en base a dibujos geométricos, aunque también existen algunas figuras humanas dentro de recuadros que parecen ya relacionadas con la pintura mozárabe.
Conclusiones
El análisis comparativo de este último monumento del Arte Prerrománico Asturiano y del camino recorrido para llegar a él desde las primeras iglesias del periodo de Alfonso II, por ejemplo, San Pedro de Nora, deteniéndonos a considerar obras intermedias como San Miguel de Lillo y San Salvador de Valdediós, hace evidentes los motivos de la desaparición de una corriente artística tan rica e importante en el panorama medieval europeo, que a pesar de consumirse con sus propias autolimitaciones, sentó una parte importante de las bases de todo el Arte Románico. En efecto, nos encontramos ante un monumento muy interesante por su propio valor intrínseco si consideramos su estructura, tanto interior como exterior, su diseño de volúmenes y su decoración escultórica y pictórica. Sin embargo es a la vez la demostración de que se ha vuelto al modelo inicial o, lo que es lo mismo, se han perdido más de cien años, desperdiciando los caminos que se abrieron en el periodo ramirense y que quedaron yugulados en Valdediós, quizá porque se perdieron los conocimientos técnicos o, como más probable según nuestro punto de vista, porque al estar obligados a mantener estructuras fijas y diseñadas para edificios de cobertura plana, no se justificaba el esfuerzo ni el riesgo que significaba plantearse la utlización de bóvedas, que además obligaban a reducir la anchura de las naves rompiendo el modelo marcado.
Otra información de interés
Forma de Acceso: Salida de Oviedo por la A-66 hacia Langreo/Santander. Tomar la A-64 hasta la salida a Villaviciosa/Rodiles, después de tres glorietas tomar la N-632 hasta la VV-15, continuar hasta Priesca. Total 56,1kms. Coordenadas GPS: 43º 28’9,54″N 5º 13′ 55,93″W.
Teléfono de Información: : Oficina de turismo de Villaviciosa: 985.89.17.59 ó Párroco de Priesca: 985.97.67.12
Horario de visitas: Llamar al párroco, normalmente se puede ver los domingos después de la Misa.
Bibliografía
Arte Pre-románico Asturiano: Antonio Bonet Correa
SUMMA ARTIS: Tomo VIII
L’Art Preroman Hispanique: ZODIAQUE
Ars Hispanie: Tomo II
Arte Asturiano: José Manuel Pita Andrade
Guía del Arte Prerrománico Asturiano: Lorenzo Arias Páramo
Portales
La iglesia parroquial de San Salvador de Priesca en Villaviciosa de Asturias
San Salvador de Priesca
La intervención en la arquitectura prerrománica asturiana: Jorge Hevia Blanco, Gema Elvira Adán Álvarez
2 thoughts on “SAN SALVADOR DE PRIESCA”
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Muchisimas gracias al autor y a la empresa que nos proporciona información tan completa y valiosa
Muchas gracias a todos los que nos leeis. Un cordial saludo.