Turismo Prerrománico > Fase > Visigodo > Paleocristiano > BASÍLICA DE SAN APOLINAR EL NUEVO

BASÍLICA DE SAN APOLINAR EL NUEVO

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (Ninguna valoración todavía)

Entorno histórico

Durante el siglo VI, la ciudad de Rávena fue el foco más representativo de la evolución artística del arte cristiano. Y una de las construcciones más relevantes de la época fue la Basílica de San Apolinar Nuevo, paradigma del arte protobizantino en Occidente. La construcción de esta basílica, de culto arriano y dedicada a Cristo Redentor, se acomete entre finales del siglo V y comienzos del siglo VI, llevándose a cabo por orden del monarca Teodorico.

De origen ostrogodo, pero criado en la corte romana de Oriente, Teodorico conquistó Rávena y estableció allí su reino, respetando la ciudad y contribuyendo a desplegar su actividad artística y cultural.

Tras la conquista bizantina, en el año 540, todos los edificios sagrados de los arrianos fueron rápidamente integrados al culto católico, de forma que esta basílica fue dedicada a san Martín de Tours, un fiel opositor a la herejía arriana. Su actual dedicación parte del siglo IX, cuando las reliquias de San Apolinar, primer obispo de Rávena, se trasladan a esta iglesia desde la Basílica de San Apolinar “in Classe”. El motivo del traslado se debe a cuestiones de seguridad, para salvaguardar las reliquias ya que en aquella época dicha basílica se encontraba en Classe, puerto histórico de Rávena, expuesta y aislada.

Descripción

Para llevar a cabo la construcción de esta basílica se utilizó el modelo tradicional de planta basilical de tres naves separadas por arquerías sobre columnas, precedidas por un pórtico (nártex) y dotada con un iconostasio ante el presbiterio. Cuenta con una torre exenta, de planta circular, articulada en altura en varios pisos en los que se abren vanos o ventanas geminadas que se amplían en altura.


Esta obra constituye un buen ejemplo del paso de la figuración paleocristiana, localizada en los paneles musivarios altos, “a la bizantina”, que observamos en el ”Cortejo de Santos”, una técnica mas precisa en la que el corte de las teselas se realiza de una manera más delicada y minuciosa. Mayor precisión técnica que aporta, a la hora de crear la escena, un mayor dinamismo. El propio concepto de mosaico evoca la idea de una unión armónica de cada una de las piezas (teselas), para conseguir un todo mucho mayor y más importante.


Por el contrario, en la parte superior encontramos composiciones mucho más simétricas y sensiblemente menos definidas, resultado de una menor precisión técnica, que se aprecia en su factura a base de teselas más grandes y menos cuidadas.


LOS MOSAICOS

A la izquierda de la nave central aparece una “Procesión de Vírgenes” que se dirige hacia el ábside, situado en el lado norte, y remata con una escena del “Nacimiento de Jesús”; dicha procesión parte de Classe, el puerto de Rávena, donde podemos apreciar los barcos y también los muros desde los que se podía observar la ciudad.


Las vírgenes van ataviadas con túnicas blancas de corte romano, aunque su decoración es de estilo oriental, ejemplo de la influencia y los contactos mantenidos entre Oriente y Occidente. Todas ellas portan, sostenida en su manto, la corona del martirio, y aparecen con un nimbo de santidad. Para culminar esta procesión, los Reyes Magos se postran ante la Virgen, mientras los arcángeles custodian al niño Jesús. La Virgen aparece en posición sedente y con nimbo. Uno de los arcángeles (izquierda) aparece señalando a los Reyes Magos, mientras que el que se encuentra a su lado también hace ademán de presentación. Los dos restantes arcángeles (derecha) muestran un gesto de aceptación mientras señalan la realeza de Cristo.


En el lado sur se encuentra ”El Cortejo de los Mártires”, que parten del palacio de Teodorico, un palacio de corte claramente romano, con galerías, frontones y arcos, pero con intercolumnios que son cubiertos por cortinas, lo que nos lleva al mundo eclesiástico oriental. La escena del cortejo es una reproducción del de las vírgenes, con figuras ”gens togata”, símbolo de status y poder social, con sus manos cubiertas para no tocar la corona del martirio. El cortejo va presidido por San Martín, que viste la capa de distinto color, y aparecen ofreciéndole a Cristo la corona. Al final de esta procesión, aparece la imagen de Cristo adulto, representada con un nimbo crucífero, togado -al estilo imperial romano- y rodeado de los cuatro arcángeles protectores.


Estas representaciones de Vírgenes y Mártires en procesión simbolizan, en cierto modo, las que se llevaban a cabo en las distintas celebraciones de la iglesia; de hecho en la liturgia bizantina estas procesiones tenían una gran importancia como una acción previa al sacrificio sacramental. Así, el cortejo tanto de Vírgenes como el de Mártires siguen a una procesión real, creando de esta forma una atmósfera simbólica.


Mónica Blanco para URBS REGIA









Otra información de interés

Horario de vistas:
09:00h- 18:45h: Todos los días. De junio a septiembre
10:00h- 16:45h: Del lunes a jueves. Octubre y Noviembre
10:00h- 16:45h: Todos los días. De noviembre a febrero

Importe entrada: 10.50 euros

 

Bibliografía

Bango Torviso, I: “Cristiandad y cultura clásica: el arte cristiano. I. Madrid, 2007.
Grabar, A: “La edad de oro de Justiniano. Desde la muerte de Teodorico hasta el islam. Madrid. 1960.
Grabar, A: “Las vías de la creación en la iconografía cristiana. Madrid, 1985.

Portales

 

Compartir en:
Imprimir