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SAN PEDRO DE ROCAS

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Entorno histórico

La iglesia de San Pedro de Rocas, se encuentra en el municipio de Esgos (Ourense), en plena Ribeira Sacra. El origen como centro religioso se vincula a un eremitorio excavado en la roca, y se considera la evidencia más remota del monacato en Galicia. Para acceder a ella, se debe entrar en el Centro de Interpretación, un edificio pétreo cuya fachada data del siglo XIX.

La fecha de fundación del eremitorio se sitúa en el año 573, fecha que aparece grabada en una inscripción o epígrafe conocido como “lapida fundacional”, que se conserva en el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense. Aunque esta fecha ha suscitado un cierto debate entre los especialistas, se admite sin ninguna discusión la existencia del asentamiento monástico a finales del s. IX, principios del X, puesto que se cuenta con un privilegio otorgado por Alfonso V, datado en 1007, en el que se hace mención a una restauración efectuada durante el reinado del monarca astur, Alfonso III (a. 886-910).

Tras su abandono durante el siglo VIII, debido a la invasión musulmana, vuelve a ser ocupado a finales del siglo IX, un proceso que se vivió también en otros muchos espacios monásticos del Reino de León. Según la leyenda, Gemodus, un cazador, descubrió el lugar y decidió establecerse allí para llevar una vida
solitaria en su monasterio. Más adelante, en tiempos de Alfonso V (999-1028), un incendio destruyó el monasterio. Es en el año 1189 cuando el monasterio y la iglesia fueron reparados, fue en este momento cuando se debió de llevar a cabo la ampliación de los oratorios y la disposición de las tres naves en el recinto religioso. Así pues, entre los siglos XII y XIII, la iglesia adquirió la estructura arquitectónica que todavía hoy puede identificarse. Debemos tener en cuenta que el recinto monumental de San Pedro de Rocas, el cenobio rupestre, comprende varias edificaciones y de diferentes épocas: una necrópolis, una iglesia con tres capillas excavadas en la propia roca, un cementerio exterior, un campanario erigido sobre un monolito de piedra y un edificio que, en su momento, fue construido como casa prioral.

Descripción

La iglesia -excavada en la roca- está conformada, a simple vista, por tres pequeñas naves (que se cubren con bóvedas de medio cañón que arrancan de una tosca imposta corrida) con sus correspondiente ábsides -de mayor tamaño la central- cubiertos con bóvedas de cuarto de esfera. La ejecución de los vanos de acceso a la iglesia se vio limitada por diferentes motivos, entre los cuales pueden mencionarse: la adaptación a una estructura hipogea previa, ya existente, las limitaciones proporcionadas por la escasez de espacio y el laborioso trabajo de excavar en la propia roca.


La nave central tiene unas dimensiones mayores que las laterales, siendo la de la Epístola (lado derecho) la más reducida, y su planimetría corresponde a la de un rectángulo en el tramo de la nave y en su ábside a un semicírculo adaptado a una disposición previa en herradura que se modificó. Debajo del pavimento de la nave, se han descubierto cinco tumbas, una de ellas antropomorfa.


Hasta lo años 80 del siglo XX en el presbiterio de la capilla central se encontraba una ara o altar tipo ‘mensa’ con un loculus o hueco para albergar la lypsanoteca o caja de reliquias, que hoy se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Ourense. Tanto desde el punto estilístico como cronológico esta pieza podría vincularse con la denominada ‘lápida fundacional’. Pero, ¿del s. VI o de los ss. IX-X?


La nave del lado del Evangelio -que presenta unas dimensiones más reducidas que la central- se remata con un ábside de planta semicircular. Cuando se levantó el pavimento de esta nave, también se constató la existencia de dos tumbas, una de ellas antropomorfa.


La nave del lado de la Epístola, es la más reducida menor superficie , con una nave que posee una planta trapezoidal y un ábside que, como en el caso de la nave sur, presenta una planta semicircular. Se considera que esta nave no formaba parte del conjunto primitivo y que se trata de un añadido realizado en la época románica tardía, avanzado el siglo XIII. A su derecha, labrado en la roca, se encuentra un conjunto escultórico de carácter funerario, enmarcado por un arcosolio de directriz semicircular labrado en la roca. En el se identifican dos sepulcros, de dos caballeros yacentes con ropa secular, que mantienen sus manos sobre el pecho y poseen una barba abundante. La datación admitida por los investigadores se establece alrededor de 1270, y en ellos ha querido verse una influencia de los sepulcros existentes en el Panteón Real de Santiago de Compostela (1211-1238).


En tiempos del Románico, debió ubicarse un modesto claustro en las inmediaciones del lado meridional de la iglesia, acogiendo también el cementerio de la comunidad monacal. De sus restos no queda testimonio ya que sobre ellos se edificó la casa prioral.


Con la llegada a Galicia de la reforma benedictina a finales del siglo XV, la iglesia se convirtió en parroquial y su capacidad para acoger a los fieles se hizo insuficiente. Por este motivo se tomó la decisión de construir, delante de la fachada románica, una nave transversal conocida con el nombre de ”iglesia nueva”. Las transformaciones del conjunto eclesiástico siguieron produciéndose, sin embargo los datos existentes resultan ambiguos para proporcionar fechas concretas.


La verdadera magnitud artística de esta iglesia recae en la conservación de unas pinturas murales, ejecutadas sobre una superficie preparada para la técnica al fresco, que decoraron la pared septentrional de la nave de la Epifanía, enmarcadas por un arcosolio labrado en la roca. En ellas aparecía representado un mapamundi de los territorios conocidos en aquella época, con la intención de dar a conocer la diáspora de los Apóstoles y la difusión de la doctrina cristiana, siguiendo la rama I de los manuscritos del ‘Comentario al Apocalipsis’ efectuado por el Beato de Liébana en el siglo VIII.


También se puede observar la representación de una busto nimbado de cada apóstol en el territorio donde procedió a la difusión del cristianismo, constando un epígrafe a su lado para proceder a su identificación.


La combinación de textos e imágenes supone un excelente recurso didáctico para la correcta comprensión del mapamundi. En la actualidad, los restos conservados se perciben con dificultad y sus condiciones de conservación son precarias.


En la actualidad se viene considerando como válida la datación de esta pintura mural en el último tercio del siglo XII, y junto con los restos identificados de la Iglesia de San Martiño (Mondoñedo, Lugo) representa el conjunto pictórico mas significativo del Noroeste de la Península Ibérica.


Mónica Blanco para URBS REGIA


Otra información de interés

Horario:

Martes a Viernes: 10:00-14:00
Sábados y Domingos: 10:00- 14:00
16:00-19:00

Entrada gratuita.

 

Bibliografía

MALINGRE RODRIGUEZ, A.M., San Pedro de Rocas : un eremitorio rupestre altomedieval, Deputación Provincial de Ourense, Ourense, 1995.
PÉREZ RODRÍGUEZ, F.J. “Mosteiros de Galicia na Idade Media. Guía Histórica (séculos XII-XV). Deputación Provincial de Ourense, 2008.
FERNÁNDEZ CASTIÑEIRAS, E. “Cielo, agua y piedra. La fe sobre la que se construyó la Ribeira Sacra” en Proyecto de Investigación: Encuentros, intercambios y presencias en Galicia entre los siglos XVI y XX, Universidad de Santiago de Compostela, 2011, pp. 313-336.
NÚÑEZ SÁNCHEZ, Mª DEL P., “Altar de San Pedro de Rocas”, IN TEMPORE SUEBORUM. El tiempo de los Suevos en la Gallaecia (411-585). El primer reino medieval de Occidente, Catálogo, Coord., Jorge López Quiroga, Deputación de Ourense, Ed. Armon a Universal, Ourense 2018, pp. 177-178.
LÓPEZ QUIROGA, J. – FIGUEIRAS PIMENTEL, N. “Ecclesia edificata inter alpes roccas nominata. El complejo rupestre de san Pedro de Rocas (Esgos, Ourense)”, IN
TEMPORE SUEBORUM,…, Volumen de Estudios, Ourense 2017pp. 373-394.

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3 thoughts on “SAN PEDRO DE ROCAS”

  1. Henrique dice:

    Sería un eremitorio suevo.

  2. Víctor dice:

    Es Suevo, no visigodo….

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