La iglesia de la Santísima Trinidad en Segovia del siglo XII, sucedió a otro templo de finales del siglo XI. Destaca el atrio abierto al sur se abre el atrio, como es común en el románico segoviano. Presenta una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón reforzada por arcos fajones y una bella cabecera absidal de dos cuerpos, el inferior adornado con una arquería ciega y el superior con tres grandes ventanas entre columnas, arquivoltas e impostas.

Las obras de la cabecera de la iglesia de San Juan de los Caballeros, en Segovia, datan del siglo X y reaprovechan los restos de una basílica visigoda. Durante el siglo XI fue derribado lo construido y se levantó el actual ábside central. Dos centurias después se añadieron los ábsides laterales, la torre y el atrio meridional.

La iglesia de San Clemente, en Segovia, fue construida entre los siglos XII y XIII. Es de una sola nave, atrio orientado al sur, amplia torre en la cabecera y buenas trazas de ejecución. Destaca la nave y el original ábside de la cabecera cerrado por una bóveda de cuarto de cañón. Al exterior dos pilares acabados en forma piramidal decorados a base de escamas lo dividen en tres secciones. Cada una de estas secciones acoge una doble arquería y dos ventanas, lo que incorpora una solución excepcional al desarrollo de los ábsides románicos de Segovia.

La iglesia de San Millán es la más monumental de Segovia. Situada en la zona medieval, su construcción fue iniciada hacia 1111 bajo el reinado de doña Urraca y Alfonso I “El Batallador”. Debido al origen aragonés de éste, el templo muestra claras influencias de Jaca. Posee tres naves rematadas por tres ábsides, conservando la torre del edificio anterior adosada al lado norte del transepto. Con posterioridad se le añadieron sendas galerías porticadas a sus costados meridional y septentrional.