Índice de fichas de monumentos románicos

Esta iglesia tiene la característica especial de que su cabecera, que es también de ábside semicircular cubierto por bóveda de horno, en este caso tiene además dos absidiolos laterales, también semicirculares, formando una cabecera trilobulada, muy poco habitual en el Alto Aragón. Se completa con una nave rectangular, que podría ser de construcción posterior, con la puerta en arco de medio punto situada en el hastial occidental.

La capilla de Santa Lucía, situada en el lateral de la galería oeste del claustro gótico de la catedral, fue denominada originalmente “Capilla de las once mil vírgenes”. Constituye probablemente el último edificio de estilo románico en Cataluña, datada en 1268. Tiene una sola nave de planta rectangular, bóveda de cañón y campanario de espadaña realizado en época posterior. El elemento más destacado es la puerta de entrada en la fachada occidental, la cual cuenta ya con elementos que preludian el estilo gótico así como la puerta tapiada que da a la calle del Bisbe.

Es el templo más occidental de la Ruta Jacobea. Es de nave única dividida en cuatro tramos por medio de tres fajones apuntados que apean en semicolumnas adosadas por medio de tres pares de capiteles, con cabecera plana y con un coro alto a los pies de la nave sobre triple arco apuntado, evidentemente de construcción posterior.

Templo de planta basilical y triple nave rematadas en otros tantos ábsides. Destaca el central, tanto por su mayor altura y proyección como por su perfil poligonal de cinco lados luciendo semicolumnas adosadas en cuatro de sus ángulos y articulando con los absidiolos por medio de dos contrafuertes que las suplen en ese lugar.

La iglesia de la antigua colegiata de Santa María fue consagrada en 1181. Consta de nave única rematada al Este por medio de ábside de tambor y la torre adosada al hastial occidental le hace de porche. Un pequeño claustro poligonal, ya del siglo XIV, se ubica al lado norte de la iglesia.

La ermita románica de Santa María, en Arce, fue erigida en el siglo XII, y consta de una nave, presbiterio y ábside, con una torre-espadaña a los pies de la nave. Ofrece una magnífica decoración esculpida en capiteles de las ventanas, canecillos y en la portada, situada a los pies del costado sur de la nave.

Este monasterio perteneció a la Orden Cisterciense desde el año 1162, momento en que empezaron a erigirse las dependencias, entre ellas la iglesia, en 1167. Ésta es de planta de cruz latina, en la fachada destaca un rosetón que adorna la portada formada por varias arquivoltas las cuales se mantienen gracias a las seis columnas embebidas de cada lado. Los contrafuertes separan las tres naves por el exterior, y terminan con ábsides semicirculares que se encuentran en la cabecera.

La iglesia de Santa María en Asín, con aspecto de finales del XII o principios del XIII y abundantes modificaciones y añadidos posteriores, es de nave única y ábside semicircular, ambos abovedados. De toda la arquitectura destaca la portada sur, que presenta un magnífico tímpano formado por nueve círculos decorados.

Construida sobre lo que posiblemente fue una fundación monástica de Alfonso II en el siglo IX, aparece documentada por primera vez en 1195. Actualmente consta de una sola nave cubierta por bóvedas de crucería fruto de una remodelación posterior, un falso crucero con linterna cuadrada de dos cuerpos y gran ábside con dos absidiolos a sus lados en el crucero. En fases posteriores se fueron añadiendo capillas laterales, una sacristía, un pórtico y una torre a los pies. Interesante la decoración exterior en capiteles del ábside y el pórtico, pero el mayor interés esta en el interior del ábside y en el crucero, en la que maestros locales crearon uno de los conjuntos escultóricos más interesantes del románico cántabro.

El monasterio de Santa María de Bonaval fue fundado en 1164 por monjes procedentes de Valbuena. Hoy en día del conjunto monasterial perdura parte de la iglesia, principalmente la cabecera, crucero y nave meridional, además de una sacristía adosada al ábside del Evangelio y otros paredones de lo que debieron ser el resto de dependencias monacales.

Monasterio fundado en el siglo IX. La iglesia actual, construida a finales del siglo XII  es un edificio de tres naves y crucero. La cabecera está constituida por presbiterio rodeado por cinco capillas absidales que se abren a la girola o deambulatorio.

Consta de una nave rectangular y un ábside semicircular cubierto por bóveda de horno sin más decoración exterior que una magnífica ventana con decoración románica de tipo jaquense, con columnas capiteles e impostas, de las que continúa a la misma altura una moldura horizontal que recorre todo el ábside. La nave, en su mayor parte de construcción posterior tiene cubierta plana de madera.

La ermita de Santa María en Chalamera fue construida por los templarios a finales del siglo XII. Tiene planta en forma de cruz latina, con cimborrio sobre el crucero y triple cabecera, con ábsides semicirculares, mucho mayor el central que los laterales.

Se trata de un caso especial ya que en esta iglesia su ábside, circular sin decoración exterior y suponemos que cubierto por bóveda de horno ya que está ocultado por un falso techo de escayola, es de mayor altura que la nave y el presbiterio, ambos de construcción posterior y apuntados. En un edificio adosado existe parte de un magnífico arco de herradura, que recuerda a la estructura de los arcos triunfales de época visigoda.

Tras conquistar Ejea en 1105, Alfonso I “El Batallador” mandó construir en su parte más elevada un castillo, cuya iglesia dedicada a Santa María, fue consagrada en 1174 por el obispo zaragozano Pedro Tarroja. El templo se halla notablemente modificado por añadidos posteriores, destacando de su hechura tardorrománcia de finales del XII la portada del muro sur.

Este monasterio fue fundado por Alfonso VII en 1142, dotándolo de una comunidad de monjes cistercienses. En 1179 Alfonso VIII puso la primera piedra del edificio románico, del que destaca su sobriedad. Los edificios que fueron monasterio propiamente dicho fueron construidos en el siglo XVI y sólo se conserva de finales del XII la cilla, el refectorio de conversos y la iglesia, con algunas modificaciones.

La iglesia consta de una nave de gran altura, con tejado de madera, acabada en ábside semicircular con tres ventanales de arco de medio punto. Tres puertas facilitaban el acceso al interior del templo: Una a poniente, y otra en cada uno de los otros dos muros, de las que la oeste se sustituyó por un pórtico jaqués posteriormente, se añadieron columnas y capiteles en todas las ventanas, el interior del ábside se decoró con arquería ciega de cinco elementos, que dejó sin función a los ventanales originales, y se edificó la torre que hay al costado norte.

El monasterio agustiniano de Santa María de l’Estany está documentado desde 1080. Debido al crecimiento de la comunidad religiosa, hacia 1130 es necesario ampliar el claustro y crear otras dependencias. El siglo XIII es el momento de mayor esplendor del lugar, al recibir su abolengo de abadía. El conjunto románico está compuesto por la iglesia (de planta de cruz latina y cabecera triabsidial) y el claustro, una de las mayores maravillas del románico catalán.