El coenobium complutense es la primera de las grandes fundaciones realizadas por el eremita godo Fructuoso en las tierras de su propiedad en Bergidum Flavium, el Bierzo, en la primera mitad del siglo VII. Lo hizo -según los escasos textos conservados- obligado por las circunstancias: Fructuoso era un solitario empedernido, y para disfrutar de su soledad tenía que crear espacios en los que cuidar a sus numerosos seguidorese incluso escribió una Regula Monachorum para ellos. La continuidad en el tiempo del monasterio complutense hasta los siglos XII-XIII viene avalada por la documentación escrita conservada.

El monasterium ruphianense es la segunda fundación del godo Fructuoso en sus posesiones de el Bierzo, realizada hacia el año 646, . Este monasterio, tal y como cuenta la inscripción conservada en el ‘Claustro de los Arcos’ fue ampliado en el siglo VII por San Valerio y restaurado en el siglo X por San Genadio, obispo de Astorga. A partir de entonces, y hasta el siglo XIX, fue uno de los monasterios más importantes del noroeste hispano y uno de los centros espirituales más importantes de Hispania.

En el entorno del Valle del Silencio, lugar donde San Fructuoso se retiró a orar en el siglo VII, se encuentra este centro de vida eremítica, construido en ese siglo, destruido durante la invasión árabe, reconstruido a principio del IX y del que, después de otra reconstrucción en el XVIII, sólo nos quedan, incrustados en la pequeña iglesia rural actual, tres piezas visigodas de gran interés: una inscripción fundacional – robada en 2007-, una ventana con alfiz y un trozo de cancel.

Situado en el Valle del Silencio se encuentra este monasterio construido a principios del siglo X por San Genadio. Es una iglesia de una sola nave, dividida en dos tramos, con dos pequeñas como naves de crucero adosadas a la primera y con dos ábsides contrapuestos. Toda ella es abovedada, de forma que cada uno de los seis módulos que la forman dispone de un tipo distinto de bóveda excepto los dos de crucero, que debían ser iguales.

Descubierta hace pocos años y recientemente excavada, se trata de una iglesia formada por una única nave y un ábside de planta en forma de herradura, separados por un arco toral también en herradura, orientado de forma atípica hacia el sudeste. Está situada a poco más de 1km de Santo Tomás de las Ollas, de la misma época y con una estructura semejante.

Edificado por los templarios en 1187,  parece  que sobre un castro celta ocupado posteriormente por romanos y visigodos. Sufrió múltiples avatares a lo largo de varios siglos, siendo objeto de donaciones reales a órdenes militares y a personajes de la nobleza hasta que fue tomado militarmente a Rodigo Osorio por los Reyes Católicos en 1486. De forma poligonal, conserva construcciones del siglo XII junto con otras que pertenecen a la reforma de los Reyes Católicos, como la magnífica puerta de entrada entre dos torres. En la actualidad en sus nuevos salones ofrece la exposición “Templum Libri”, gran colección de facsímiles de códices miniados.

Iglesia de una sola nave con ábside oval que consta de nueve arcos de herradura adosados al muro, sobre columnas y capiteles, al que se accede por un arco triunfal, también de herradura, y que se cubre con una una magnífica bóveda gallonada de once aristas que se apoyan sobre el centro de cada arco y la dividen en otros once once gajos.

El cenobio fue fundado hacia el año 990 por Bermudo II, rey de León y de Galicia, El primitivo templo construido en el siglo XII, del que aún se conservan importantes vestigios, era de tres naves de cinco tramos separadas por pilares, de mayor anchura la central y con cubierta plana. En el ángulo noroeste se ha conservado una torre semicircular.  Su triple cabecera absidial fue demolida en el XVIII para construir un nuevo edificio neoclásico. También se conservan restos de un claustro del siglo XVI y de diversas dependencias del monasterios, de diferentes épocas.