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SANTIAGO DE PEÑALBA

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Notas previas

  • Descubierta por Gómez Moreno en 1909, la iglesia fue declarada Monumento Nacional en junio de 1931.
  • Todo el conjunto de Peñalba de Santiago fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico en 1.976.
  • Restaurada inicialmente por L. Menéndez Pidal en 1942 y 1949, actuación en la que se sustituyó el tejado y se exploraron las pinturas. Después de una nueva campaña en 1968, se efectuó la primera fase de restauración de sus pinturas murales entre septiembre de 2002 y abril de 2004.

Entorno histórico

Santiago de Peñalba: Vista de la iglesia desde el sudesteEn las “Notas Previas” de esta web comentamos que en nuestros viajes para visitar los monumentos altomedievales, un valor añadido al hecho de disfrutar de una faceta de nuestro arte tan poco conocido como el Prerrománico, ha sido la cantidad de lugares interesantes y de gentes amigables, que sólo la búsqueda de estos monumentos nos ha llevado a conocer. Posiblemente el mejor ejemplo en nuestro caso haya sido la primera visita que hicimos al Valle del Silencio. Es difícil poder explicar nuestras impresiones cuando, hace más de veinte años, después de recorrer desde Ponferrada una carretera entre montañas, que entonces en algunas zonas sólo permitía el paso de un vehículo y que terminaba antes de entrar en Peñalba de Santiago, nos encontramos en este pequeño conjunto medieval de casas de pizarra, por el que no había pasado el tiempo y del que destacaba una magnífica iglesia mozárabe, que pudimos visitar a placer antes de una estupenda comida en el bar “de al lado” y de degustar un riquísimo orujo que servían en porrón. (En este punto es necesario destacar que por aquellos tiempos no se había inventado aún el alcoholímetro y que actualmente la carretera sigue en las mismas condiciones).

Si nos atenemos a la historia de la región, es evidente que ya en los últimos siglos del primer milenio esta zona del Bierzo tenía algún tipo de atractivo especial, pues fue el lugar elegido por dos religiosos del siglo VII y uno tercero en el IX, tan distintos como el monje, obispo y cortesano San Fructuoso que creó allí San Pedro de  Montes, una de sus múltiples fundaciones en el norte de la península, el ermitaño y asceta San Valerio, que lo amplió pocos años después, y San Genadio, cenobita repoblador que lo reconstruyó a finales del siglo IX y que el año 919, buscando una mayor soledad, fundó Santiago de Peñalba. La iglesia fue obra del abad Salomón entre 931 y 937, después de la muerte del santo.

Descripción

Santiago de Peñalba: Planta y alzado según Gómez MorenoLa iglesia está construida en mampostería de pizarra y caliza, como el resto de los edificios de su entorno. Vista desde el exterior se asemeja a las visigodas de tipo cruciforme, pues forma una cruz inscrita en un rectángulo de 20 X 14,40m, con 72cm de espesor de los muros. Pero su estructura real es muy diferente pues está formada por un conjunto de seis elementos de forma prismática, cuatro en el eje principal de la iglesia y dos capillas laterales de menor tamaño que forman la cruz pero no generan una nave de crucero. Tampoco existe una única nave principal, pues los diferentes espacios se escalonan en alturas descendentes a partir del central, que hace el papel de las torres de crucero existentes en iglesias visigodas de ese tipo. Los tejados son también de pizarra, con aleros muy pronunciados, soportados por grandes modillones de piedra de hasta siete lóbulos, decorados a base de ruedas helicoidales y rosetas de seis pétalos, del mismo tipo que los de la mayoría de iglesias mozárabes de la zona. Otro detalle interesante es que existen contrafuertes al estilo de las construcciones asturianas en los laterales de la nave y de los compartimentos laterales. En la actualidad el conjunto se completa con una espadaña exenta en su costado oeste, de construcción muy posterior.


Como es habitual en la arquitectura mozárabe, su acceso principal está situado en el costado sur. Ya al ver la magnífica portada nos damos cuenta de que su interior va a ser una sorpresa frente a su austero aspecto exterior. Se trata posiblemente del elemento más bello que nos ha llegado del arte mozárabe. Está formada por dos arcos de herradura muy pronunciada, de dovelas de perfecta talla, soportados por columnas de mármol de la zona, sobre basas áticas y completados por magníficos capiteles del tipo corintio degenerado y ábacos escalonados. El trasdós de los arcos esta decorado por una moldura triple, que se continúa para crear un alfiz rectangular que circunscribe ambos arcos. Sin embargo todo este conjunto, que no llega a los 30cm de espesor, no ejerce ninguna función de soporte, ya que está enmarcado por un gran arco de herradura, también muy pronunciada, que cubre todo el espesor del muro y le sirve de descarga, generando un pequeño pórtico en el acceso a la iglesia.


Santiago de Peñalba: Magnífico pórtico de acceso a la iglesiaAl entrar, lo primero que observamos es que se trata de un edificio de doble ábside, según la tradición de las iglesias de tipo norteafricano que se construyeron tres siglos antes en el sudoeste de España, de las que aún podemos ver en algunos restos, como los de la basílica de Vega de Mar y de las que en el siglo X deberían quedar más ejemplos conocidos por los repobladores mozárabes, ya que encontramos otro ejemplo de dos ábsides contrapuestos en San Cebrián de Mazote, de fecha algo anterior y construida por monjes que provenían de Al Andalus.


El interior está formado, además de por los dos ábsides, por otros dos compartimentos centrales situados entre ellos, el presbiterio y la nave, y otros dos a los costados del presbiterio, pero de menor tamaño. Todos ellos están diseñados como espacios independientes, con diferentes formas de cobertura y separados por arcos de herradura muy pronunciada, del tipo de los cordobeses del siglo IX, aunque de diferente forma entre ellos.


Como hemos indicado, la cabecera dispone de un único ábside, cuadrado al exterior y con forma de herradura muy pronunciada en suSantiago de Peñalba: Vista general de su interior desde el ábside interior, de unos 3,6m de diámetro, al que se accede a través de un magnífico arco de herradura sobre columnas y capiteles que, como le puerta principal, tiene el trasdós decorado por una gran moldura que se continúa para crear un alfiz rectangular. Este tipo de estructura del ábside, plana al exterior y curva en el interior, era ya conocida en algunas iglesias visigodas como Recópolis ó Melque y es habitual en las construcciones mozárabes, como podemos observar en Bobastro, Mazote, Escalada,… Su cobertura es una bóveda, de estructura semejante a la del minúsculo ábside de San Miguel de Celanova, que se apoya sobre una imposta que recorre todo el ábside y está formada por siete cascos más un octavo, de mucho mayor tamaño y en forma de cañón, que cierra la parte abierta de la herradura.


El ábside contrapuesto es semejante al anterior, con las únicas diferencias de que es de una altura algo mayor, la planta tiene forma de herradura muy abierta, casi semicircular prolongada, y el arco de acceso es también de mayor tamaño, en este caso sin moldura ni alfiz. En él fue enterrado San Genadio, donde permaneció hasta el siglo XVI.


Tanto la nave, en la que también existe otra puerta en el costado norte con un arco de herradura sobre jambas, como los dos compartimentos laterales, están cubiertos por bóvedas de cañón.


El presbiterio es el espacio que articula todo el edificio. De mayor altura que el resto, forma un cuadrado de unos 5m de lado, al que se accede desde la nave por otro gran arco de herradura, sobre columnas y capiteles y sin alfiz. En los costados, dando acceso a los compartimentos laterales, hay otros dos arcos de mucho menor tamaño que también tienen forma de herradura, pero en este caso se apoyan sobre impostas incrustadas en el muro que continúan la forma del arco, sin columnas adosadas como en el resto de los arcos de la iglesia. Este espacio está cubierto por una bóveda gallonada de ocho cascos, que se apoya sobre arcos formeros, que acaban en pequeñas ménsulas en las esquinas. Esta bóveda está considerada como uno de los avances técnicos más importantes de la arquitectura mozárabe, ya que al apoyar los cascos de la bóveda directamente sobre los arcos, que descargan en las esquinas, traslada a éstas el empuje, liberando de esfuerzo a los muros, lo que hace innecesarios los contrafuertes y permite abrir grandes ventanas en el cimborrio, así como los grandes arcos de herradura de acceso que ya hemos descrito.


Santiago de Peñalba: Arco de acceso al compartimento lateral norteEn este sentido es interesante destacar que toda la estructura de la iglesia, que sabemos fue construida en una única fase, parece estar diseñada para soportar y realzar la importancia de este cimborrio. En efecto, sus muros están soportados en tres de sus lados por el empuje perpendicular de las bóvedas de cañón de la nave y los compartimentos laterales y por la bóveda de cascos de la cabecera. Este sistema de apoyos, a diferentes alturas ha resultado tan estable como demuestra el magnífico estado en que ha llegado hasta nosotros a pesar de los grandes vanos que existen en toda la estructura del presbiterio.


En los últimos años, debajo de siete capas de cal, ha aparecido en el interior de la iglesia un importante conjunto de pinturas altomedievales que están aún en estudio. Por el momento se piensa que pueden pertenecer a tres fases diferentes, de las que se sabe que la más antigua, que cubría todo el edificio, es de tipo califal, consistente en algunos casos en motivos vegetales y geométricos y en otros simulando ladrillo, como aún se pueden observar en los arcos de la cúpula del presbiterio, en los dos ábsides de la iglesia y en un zócalo de almagra -pintura roja hecha a base de óxido de hierro de tipo arcilloso- semejante al existente en Medina Azahara, construida en la misma época.


Conclusiones

De la misma forma que pensamos que San Miguel de Escalada, promovida por Alfonso III, nos presenta la transición de las estructuras Santiago de Peñalba: Vista parcial de las pinturas de la bóveda de la navebasilicales asturianas al espíritu y las técnicas incorporadas por los nuevos pobladores mozárabes, Santiago de Peñalba, heredera del espíritu monástico visigodo, es una prueba de la integración de esa cultura mozárabe, que había añadido a una base cultural hispano-visigoda todo lo aprendido en Al Andalus, en un diseño de iglesia que procede directamente de construcciones visigodas del siglo VII próximas, como Santa Comba de Bande o San Pedro de la Nave.

Recomendamos, no sólo a las personas interesadas en el Arte Prerrománico, la visita al Valle del Silencio para conocer este increíble rincón medieval, las cuevas próximas a las que se retiraba San Genadio a meditar y la iglesia que el abad Salomón construyó en su honor, respetando a su manera el tipo de iglesia cruciforme que San Fructuoso inició en su mausoleo de Montelios, pero añadiéndole toda la calidad técnica -en distribución de espacios, apoyos, bóvedas y arcos- y artística -en capiteles y frescos-, aportadas por los cristianos inmigrantes del sur de la península.

Otra información de interés

Forma de Acceso: Salir de Ponferrada por la carretera de Puebla de Sanabria. Peñalba de Santiago se encuentra a 25,5km.
Coordenadas GPS: 42º 25′ 38.09″N 6º 32′ 26.76″W
Teléfono de Información: Oficina Turismo de Ponferrada: 987.42.42.36
Horario de visitas: Cerrado: lunes y martes.
Entrada gratuita.

Invierno (Del 1 de octubre al 31 de marzo): De miércoles a sábado, de 10h40 a 14h y de 15h00 a 17h50. Domingos y festivos, de 10h40 a 14h.
Verano (Del 1 de abril al 30 de septiembre): De miércoles a sábado, de 10h15 a 14 y 16h30 a 20h. Domingos y festivos, de 10h15 a14h.

 

Bibliografía

Imagen del Arte Mozárabe; José Fernández Arenas
SUMMA ARTIS: Tomo VIII
L’Art Préroman Hispanique – L’Art Mozarabe: Jacques Fontaine (ZODIAQUE)
Arte y Arquitectura en España 500/1250: Joaquín Yarza
Historia de España de Menéndez Pidal: Tomo VI
Historia de España de Menéndez Pidal:
Tomo VII: Claudio Sánchez Albornoz

Portales

8 thoughts on “SANTIAGO DE PEÑALBA”

  1. Josep Fàbregas - Barcelona dice:

    Preciosa iglesia mozárabe en un entorno magnífico. Extraordinaria amabilidad de la señora que nos atendió en nuestra visita el pasado 28 de agosto. Visita muy recomendable. Así como la excursión hasta la cueva de San Genadio.

  2. maria dice:

    Hace poco estuve de excursión en este lugar con un grupo y el guía nos afirmó que los términos “arte mozárabe” y el “arte de repoblación” habían sido superaros dentro de los ambientes académicos. Tienen ustedes algún comentario al respecto acerca de la opinión de ese señor. Yo me quedé anonadada.

  3. Angeles Fernández García dice:

    Hola: La iglesia merece ser visitada por su valor y su arquitectura. El lugar en el que está ubicada es impresionante, entre montañas cubiertas de bosques, pero a mí me habría gustado que alguien me hablara de la carreterilla que lleva hasta allí. Es muy estrecha (apenas se pueden cruzar dos coches), con curvas y precipicios. Si eres de los que lo pasan mal en ese tipo de carreteras, ahí lo vas a pasar muy mal.

  4. Claudio A. Bellido dice:

    La visité en dos oportunidades, en 1984 y 2010. Lo hubiera hecho en más oportunidades pero, a pesar de mi interés por el Prerrománico, vivo en Argentina y la distancia me ha obligado a repartirme para visitar la mayoría de los monumentos de la península. Respecto al acceso, recuerdo que en la década de 1980 había horario para subir y para bajar, ya que no cabía más que un coche por el camino. En 2010 encontré que este era más amplio, aunque no mucho, y ya no existía el horario para subir y bajar.

    1. 4AsE dice:

      Hemos ido varias veces con grupos, la última hace pocos años se podía pasar difícilmente con un microbus, pero imposible con autobús. Tanto el pueblo, con casi todas las casas restauradas, como la iglesia son una maravilla. Tiene mucho mérito habber estado dos veces viviendo en Argentina. Si necesitas cualquier información para un próximo viaje a nuestro prerrománico cuanta con nosotros. Mail: altomedieval@altomedieval.com.

  5. Pedro Poveda dice:

    A quien he leído de la superación es a Martínez Tejera, Artemio Manuel, discípulo de Bango Torviso. Lo llama arte de fusión, probablemente por el eclecticismo en el uso de las formas de la época.
    El término mozárabe es de Gómez Moreno, un sabio ya hace más de un siglo.
    Bango Torviso lo llama arte de repoblación, por la diversidad formal y el nexo socio cultural y religioso.
    Todo ello salvo mejor opinión.

    1. 4AsE dice:

      De Descripción General del Arte Mozárabe: https://www.turismo-prerromanico.com/arte/mozarabe/descripcion-general/

      TIPOS DE IGLESIAS MOZÁRABES
      Se suele llamar “Arte Mozárabe” al conjunto de manifestaciones artísticas cristianas que se produjeron en Al Andalus, así como a las creadas en el resto de la Península Ibérica, entre el primer tercio del siglo X y mediados del XI, que incluyan arcos de herradura. Es una denominación muy cuestionada por quienes opinan que sólo se debería definir como mozárabe al desarrollado en Al Andalus, pasando el resto a denominarse “Arte de Repoblación”.
      Pensamos que el origen de este problema proviene de que en las iglesias que llamados mozárabes encontramos varios tipos de construcción que tienen en común la utilización del arco de herradura y que en casi todas el acceso principal está en el costado sur, pero que tienen otras características en las que son muy diferentes, lo que nos permite distribuirlas en cuatro grupos bien diferenciados:
      • De influencia asturiana: Como la mayoría de las iglesias prerrománicas asturianas tienen planta basilical de tres naves de cubierta plana, más ancha la central que las laterales, y tres ábsides abovedados con testero plano en el que sobresale el ábside central. Sus arcos de herradura son poco pronunciados sobre impostas sin capitel: Santa María de Mixós, Santa María de Wamba, San Miguel de Cuxá,…
      • De influencia cordobesa: Presentan tipos de planta muy diferentes. Arcos más ligeros y prolongados, sobre capiteles y en algunas con alfiz: Santiago de Peñalba, San Miguel de Celanova, Santa María de Lebeña, Porta Ferrada, San Vicente de Obiols, …
      • Mixtas: De características intermedias, construidas por comunidades venidas de Al Andalus, pero posiblemente según directrices asturianas, con un ejemplo tan evidente por su historia y su estructura como San Miguel de Escalada, también podríamos incluir en este grupo San Cabrián de Mazote entre otras. Tienen tres naves, tres ábsides y testero asturiano, pero con arcos de tipo andaluz sobre columnas con magníficos capiteles.
      • De “Repoblación”: En este grupo podríamos incluir un conjunto de pequeñas iglesias construidas por gentes que repoblaban desde el norte, situadas principalmente en Castilla y Cantabria, en general de estructura sencilla: una nave con cubierta plana y un ábside abovedado, como las ermitas de Santa Cecilia, San Martín de la Nava, San Esteban de Viguera, Santa Leocadia de Helguera,…
      ARTE MOZARABE: ¿Hay que cambiar el nombre?
      Existe una controversia sobre cómo llamar a este estilo que volvía a utilizar el arco de herradura y que se extendió por los territorios reconquistados por los cristianos, definido por Gómez Moreno como “Arte Mozárabe”, nombre que ahora está siendo revisado, como casi todo lo que existió entre el Arte Romano y el Románico, con propuestas no siempre razonables,
      En principio se alega que no todo fue creado por cristianos que emigraban del sur y que se debería llamar “Arte Mozárabe” únicamente al desarrollado por los cristianos en Al-Andalus, lo que implica que solo Bobastro sería una construcción mozárabe.
      La propuesta más generalizada actualmente es llamarlo “Arte de Repoblación”. Realmente todo el conjunto está desarrollado por gentes que repoblaban, vinieran de donde vinieran, pero el término es muy confuso, habría que definir previamente a qué llamamos “Repoblación” pues todo el avance hacia el sur de los territorios cristianos generó la repoblación de los nuevos territorios al menos hasta el final de la Reconquista. También son arte de repoblación, por ejemplo, las pequeñas iglesias románicas de Soria y Segovia, la iglesia del castillo de Calatrava la Nueva o la Capilla de los Reyes de Granada.
      También se puede generalizar todo lo creado en esa época en los territorios cristianos que contenga o no arcos de herradura como “Arte Prerrománico”, aunque parece muy poco descriptivo porque bajo este título se incluirían monumentos tan distintos como San Cebrian de Mazote o San Baudelio de Berlaga y la ermita de la Virgen de Cerro o la Antecripta de San Antolín de Palencia. Además es también confuso ya que el término “Prerrománico” se utiliza normalmente para englobar a las manifestaciones artísticas que se produjeron entre la caída del Imperio Romano y el Arte Románico.
      Otra opción sería llamar “Neovisigodo” a ese conjunto de los monumentos, ya que fue desarrollado por dos grupos de gentes, unas que venían del norte cristiano en el que el objetivo era recuperar la Hispania visigoda y otras por cristianos del sur, que habían mantenido su religión y sus costumbres anteriores a la conquista , además en sus construcciones volvemos a encontrar la libertad de creación del eclecticismo visigodo y el arco de herradura, aunque en la mayoría con una prolongación mayor que el visigodo y alguna diferencia en su estructura..
      Aunque esta última propuesta nos podría parecer la más acertada y menos confusa, pensamos que actualmente, después de que todo el personal – no sólo el académico – interesado en el tema en los últimos 100 años, lo conoce como “Arte Mozárabe” y dado que la propuesta de “Arte de repoblación” es muy poco clara, proponemos mantener este nombre, que englobaría los cuatro tipos que podemos distinguir en los monumentos del periodo.

  6. Claudio Bellido dice:

    Acabo de visitar Peñalba de Santiago por tercera vez hace veinte días. Solo tengo que agregar la amabilidad de la señora que nos abrió la iglesia (con mi esposa llegamos una hora antes de la apertura). El pueblo sigue exactamente igual que hace treinta y nueve años, cuando fuimos por primera vez: detenido en el tiempo y primorosamentye cuidado dentro de la sencillez rústica que lo caracteriza. Llamativamente, si bien escuchamos ruidos procedentes de alguna herramienta, no vimos a nadie hasta la llegada de la encargada de abrir la iglesia.

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