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SAN VITAL DE RAVENA

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Entorno histórico

La iglesia de San Vital de Rávena es uno de los templos más importantes del arte bizantino, y como otros de la misma ciudad se reformó por deseo expreso del emperador Justiniano a partir de construcciones anteriores, con el objeto de acelerar la integración de los territorios conquistados al imperio bizantino.

La obra se financió con el dinero del acaudalado banquero Juliano Argentario, de origen griego, y fue supervisada por el arzobispo de la ciudad, Maximiano, quien la consagró en el año 547. Todos estos personajes aparecen en la decoración musivaria que se realizó entre los años 546-548.

Este templo se comienza a construir en el año 527, cuando Rávena aún pertenecía a los ostrogodos, más tarde tras la conquista bizantina, se decidió que sería el templo oficial para el gobernador de la región occidental del imperio, el llamado Exarcado de Rávena.

Todo el edificio fue diseñado respetando los elementos de la tradición litúrgica antigua, en la que se exigía la separación entre hombres y mujeres durante las ceremonias y actos de culto, también se recogía la posibilidad de que pudieran asistir altas jerarquías, siguiendo un protocolo estricto, reflejado simbólicamente en los mosaicos.

Descripción

En el exterior se utiliza ladrillo rojo, que puede llegar a sorprender por su sencillez en contraste con la suntuosidad del interior. Los ladrillos, delgados y largos, están separados por juntas de mortero bastante gruesas. Su planta es octogonal, con un deambulatorio cubierto con una bóveda de arista. En la parte central y aprovechando los pilares centrales que sirven de soporte a la cúpula central, se articulan sucesivas exedras que crean un ritmo espacial de elementos curvos y rectos. En la entrada se dispone un nártex transversal con dos torres a los lados que permitían el acceso al “matroneum” de la planta superior, destinado a las mujeres.


En el exterior destaca una correcta proyección de volúmenes, con el mismo sentido de la verticalidad y ritmo ascendente, desde las capillas hasta la cubierta central. Y en su interior lo más característico es la sensación de ingravidez en todo el conjunto, es en este sentido donde adquiere mayor importancia el papel de la cúpula.


LOS MOSAICOS DEL ÁBSIDE


La decoración de esta iglesia se basa principalmente en mosaicos que muestran escenas, tanto del Viejo como del Nuevo Testamento, en los que el mensaje principal es el de Dios salvando a los hombres por medio de la eucaristía.


En la concha del ábside aparece una gran composición, en cuyo centro se encuentra Jesús, representado joven e imberbe, sentado sobre una gran esfera azul y vestido con la púrpura imperial. Flanqueando su figura se encuentran dos arcángeles, que le presentan a San Vital y al obispo Ecclesio, ambos identificados por las inscripciones que aparecen sobre su cabeza. San Vital aparece recibiendo de Jesús una corona, mientras que el obispo Ecclesio se muestra presentando un modelo de esta iglesia a Jesús. La escena se desarrolla en un jardín y el cielo aparece dorado con nubes de color rojo y azul.


En los mosaicos que se encuentran sobre la concha del ábside, se representan dos ángeles que sostienen un medallón en el que podemos ver la letra alfa y, a sus lados, las ciudades de Belén y Jerusalén.


LOS MOSAICOS IMPERIALES


Los mosaicos imperiales aparecen situados en la parte baja de los muros laterales del ábside. A la izquierda, Justiniano y a la derecha Teodora. Los cuerpos de estos personajes hacen juego con un fondo verde y dorado, contrastando con el color púrpura de su ropa, Justiniano aparece rodeado de una serie de personas que fueron importantes para la construcción de la iglesia. A su izquierda Maximiano, con la inscripción de su nombre sobre él, sostiene una cruz de piedras preciosas, como símbolo de su dignidad episcopal. Y a la derecha de Maximiano aparecen dos representantes del clero portando los objetos propios de la celebración eucarística. A la izquierda del emperador podemos ver dos magistrados anónimos vestidos de blanco, con túnicas propias de funcionarios políticos. Y por último cerrando el cortejo, una multitud de soldados, uno de ellos aparece sosteniendo un escudo verde con la imagen del Crismón, símbolo de los ejércitos del imperio.


En el panel de enfrente y simétrico al anterior, la emperatriz coronada por un tocado de gran belleza y ricamente adornado, aparece anticipada por dos dignatarios sosteniendo un cáliz, y en la parte inferior de su manto se aprecian los tres reyes magos llevando regalos al niño. En la parte izquierda podemos ver una fuente, símbolo de la gracia divina. Teodora aparece custodiada por un palio, lo que manifiesta su naturaleza divina y la protege del mundo terrenal. Este panel está elaborado de forma más delicada, incluso, que el de Justiniano, de manera que las mujeres aparecen adornadas con prendas de gran belleza y ofrece una paleta de colores más amplia que la normal en este tipo de obras.


Por último, los marcos de los paneles están ricamente adornados, decorados con figuras que recuerdan el arte oriental, de este modo da la sensación de parecer tapetes colgando de las paredes del templo.


Mónica Blanco para URBS REGIA


Otra información de interés

Horarios: 09:00h- 18:45h. Todos los días.
De junio a septiembre: 10:00h- 16:45h.
Del lunes a jueves. Octubre y Noviembre 10:00h- 16:45h.
Todos los días. De noviembre a febrero

Importe entrada: 10.50 euros

 

Bibliografía

Beckwith, J., Arte paleocristiano y bizantino”, Editorial Cátedra, 2007.
Bustacchini, G., Rávena. Los mosaicos, los monumentos, medio ambiente. Ediciones Salbaroli, Rávena.
Krantheimer, R., Arquitectura paleocristiana y bizantina. Editorial Cátedra, 1998.

Portales

 

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