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PLA DE NADAL

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Agradecimientos

A nuestro colaborador Germán Anastasio, que nos ha proporcionado gran parte de las imágenes de esta ficha y de la bibliografía utilizada para confeccionar el texto.

Notas previas

  • Gran villa áulica construida dentro de un conjunto palatino a 20km de Valencia por el dux visigodo Teodomiro a finales del siglo VII y/o principios del VIII.
  • Descubierta en 1971 al convertir el entorno en un campo de naranjos y después de la destrucción de una parte muy importante de sus estructuras.
  • Excavada entre 1981 y 1989 con proyectos de consolidación entre 1999 y 2003, se continuó con las obras de restauración y puesta en valor del yacimiento, incluyendo su musealización. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1991.

Entorno histórico

La última fase de la monarquía visigoda fue una época muy conflictiva, de gran debilidad de los reyes, en la que los magnates de algunos territorios llegaron a tener un poder tan importante que les permitió, después de la conquista árabe, actuar de forma independiente en sus relaciones con el emirato de Córdoba, con casos tan significativos como el de Casio, conde visigodo de origen hispano-romano, que gobernaba en gran parte de Aragón, se convirtió al Islam y se hizo vasallo de Al Andalus conservando sus dominios, donde creó la dinastía Banu Casi que dominó esa zona hasta avanzado el siglo X. Un caso muy diferente es el del duque Pedro de Cantabria, territorio que permaneció independiente después de la invasión islámica. Su hijo Pedro casó con Ermesinda, hija de don Pelayo, lo que dió comienzo a la dinastía de los reyes asturianos.

Otro caso muy importante, pero de menor duración, fue el de Dux Teodomiro, noble visigodo que, siendo gobernador de una región en el este de la península, combatió al lado de don Rodrigo en la batalla del Guadalete y el año 713 llegó a un acuerdo con los árabes para mantener, bajo vasallaje, el dominio de la llamada Cora de Teodomiro, territorio que incluía una amplia zona del sudeste hispano, desde Valencia hasta Lorca. A cambio, tenía que gobernar en nombre del Califa de Damasco y sus emires de Córdoba y recaudar los impuestos para ellos. Su territorio se fue reduciendo hacia 740 hasta que Valencia, y con ella Pla de Nadal, fueron destruidos por el ejército del emir Abderrahman I hacia 778-779. No confundir con otro Teodomiro, el obispo de Iria Flavia descubridor del sepulcro de Santiago a finales del siglo IX.

En su momento de mayor esplendor, posiblemente a finales del siglo VII y principios del VIII, Teodomiro construyó un gran conjunto palatino en lo que hoy llamamos Pla de Nadal, a unos 20 km de Valencia, como demuestran dos epigrafías encontradas en las excavaciones que indican que el promotor de su construcción fue el Dux Teodomiro.

Desconocido hasta 1971 que, al convertir el entorno en un campo de naranjos y después de la destrucción de una parte muy importante de las estructuras descubiertas, llegaron al Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia las primeras informaciones sobre lo que estaba sucediendo. Frenada la destrucción de lo que aún quedaba, se desarrollaron trabajos de excavación entre 1981 y 1989 a lo que siguieron varios proyectos de consolidación, y entre 1999 y 2003 se continuó con las obras de restauración y puesta en valor del yacimiento, incluyendo su musealización. El resultado final se debe a una colaboración multidisciplinar de investigadores de distintas especialidades y de diversas empresas y organismos.

Descripción

Formando parte de un conjunto palatino, la villa áulica visigoda del Pla de Nadal era un gran palacio inspirado en las villas romanas, pero con pórtico, galerías y torres avanzadas. Disponía al menos de dos plantas como algunos palacios bizantinos; mientras la planta baja, de aspecto rústico, estaba dedicada al almacenamiento de productos agrarios como grano, vino o aceite, la superior era residencial, muy lujosa, profusamente decorada con estucos, pinturas y con gran cantidad de frisos y otros elementos arquitectónicos, de los que se han recuperado unas 800 piezas de piedra labrada, de ellos 400 corresponden a elementos estructurales y las otros 400 a piezas ornamentales. Sin embargo, no han apaecido restos de elentos muebles, lo que indica que el palacio fue saqueado antes de incendiarlo.


Aunque una parte está formada por material romano reutilizado, en la mayoría de los casos se trata de piezas creadas para el edificio por varias manos o talleres, talladas a bisel siguiendo el modelo escultórico toledano con una temática basada en general en veneras, acantos y trifolias, talladas en celosías, placas decoradas y capiteles de factura visigoda y forma cúbica o troncopiramidal, formando el conjunto más importante, tanto por su calidad como por su cantidad, de la Hispania visigoda, y quizá de todo el occidente europeo en esa época.


Es importante destacar que entre esas piezas se han encontrado dos epigrafías que se conservan en el Museo de la Prehistoria de Valencia, con el nombre del promotor del edificio: un monograma cruciforme en el que puede leerse: TEBUD[IN]R, y la palabra TEUDINIR en un grafito sobre una venera, que atribuyen a Teodomiro la construcción del edificio.


La destrucción de gran parte de sus restos para plantar naranjos impide conocer la estructura del edificio original, pero gracias a un trabajo multidisciplinar y con la ayuda de un escáner láser se ha obtenido una maqueta en relieve en una impresora 3D de la parte conocida, y la reconstrucción infográfica del palacio completo, en las que los detalles como balaustradas, ventanas, pórticos, fachadas y torres, se han obtenido de las piezas originales encontradas.


Como se observa en la reconstrucción teórica, el edificio, simétrico en torno al eje norte-sur, constaba de al menos dos plantas que alcanzarían los 12 m de altura, con un pórtico en el costado principal, el meridional, protegido por un ala del edificio a cada lado, y otros dos pórticos más pequeños al sur de los lados oriental y occidental, también protegidos por compartimentos laterales, todo ello cubierto por  tejas planas y curvas a distintas aguas, con evacuación pluvial mediante gárgolas. 


Por los restos encontrados se sabe que la planta baja estaba dedicada a las tareas rústicas y al almacenamiento de productos agrícolas, con muy poca decoración mientras a que la superior, planta noble residencial muy decorada y pavimentada con un suelo de opus signinum, pertenecerían la mayoría de las piezas esculpidas que han aparecido.


La nave central, rectangular de 17 x 5,30m. disponía de ventanas en los dos lados mayores y estaba flanqueada por dos grandes torres de planta cuadrada y estética muy cuidada, terminadas en un tercer piso con cuatro ventanas en cada lado, que se comunicaban con la sala principal mediante interesantes arcos de herradura de imposta baja.


Otro detalle a destacar es que dentro del mismo conjunto palacial, existía a unos 300m al sur de esta villa, otro edificio, posiblemente de caracter religioso, totalmente destruido ¡en 1989! para hacer una carretera, del que sólo se salvaron unos pocos restos de decoración, muy semejantes a los de Pla de Nadal.


Parece evidente que nos encontramos ante un conjunto de palacio e iglesia, de gran paralelismo con lo poco que sabemos del de la Vega Baja de Toledo, con el formado por Los Hitos y San Pedro de la Mata y con el excepcional conjunto asturiano del Naranco y su misterioso arquitecto, que creemos muy relacionado con el arte visigodo, que debió conocer cuando muchos de sus monumentos estaban aún en pie.


Otra información de interés

Coordenadas GPS: 39.49994N – 0.536024W
Teléfono de Información: 34 962 772 184.
Oficina de Turismo:
c/ Cisterna nº 30, Rivaroja.
Correo electrónico:
riba_roja@touristinfo.net

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