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BASILICA PALEOCRISTIANA DE GERENA

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Entorno histórico

En 1979, D. José García Torre, se encontraba labrando el huerto, tal y como llevaba haciendo durante hacía más de medio siglo, cuando su azadón tropezó con los restos de una estructura que se encontraba enterrada. La limpió, cuidadosamente, y entendió que se encontraba ante una tumba ya que en su interior se conservaba, aun, un esqueleto. Poniéndolo en conocimiento del Excelentísimo Ayuntamiento de Gerena, se pasó la información al Museo Arqueológico y, bajo la dirección arqueológica de F. Fernández Gómez, J. Alonso de la Sierra Fernández y Mª Gracia Lasso de la Vega, se comenzó la primera intervención arqueológica en el lugar.

Basílica de planta rectangular, orientada de Este a Oeste, con tres naves y cabecera tripartita plana, constituida por un ábside central y dos laterales. A los pies el baptisterio, una amplia cámara del mismo ancho que la basílica, en cuyo centro se alza la piscina bautismal. Al exterior, por el lado N, se observan restos de muros muy destruidos en torno a una tumba, que podrían tratarse de los restos de un mausoleo. El conjunto posee unas dimensiones de 24,30 metros (baptisterio incluido) por 9,30 metros de anchura, siendo la longitud de la basílica sin el baptisterio de 18,40 metros.

De la iglesia sólo se conservan los cimientos, perfectamente trabados entre sí y que se levantan sobre una base de roca calcárea que es nivelada debido al declive del terreno en el sentido N-S. De las tres naves de la iglesia, la central es más amplia que las dos laterales y el ábside, plano, se situaba en su centro, con otras dos salas de la misma longitud que éste pero más estrechas, correspondiendo con el ancho de las naves laterales.

La separación entre naves se realizaba a través de columnas, en concreto cinco columnas en cada lado y, cada uno de estos soportes estaría conectados por arcos de medio punto, con un total de seis arcos en cada uno de los lados de la nave central.

El único registro que queda sobre la posición de una puerta, es que se encontraría sobre el muro lateral sur, aproximadamente a mitad de la basílica, suposición realizada en base a la posición de las tumbas que se encuentran fuera de la basílica, por lo que esta pudo servir, una vez ampliada la iglesia, para que los nuevos cristianos entraran en ella una vez bautizados. En un principio, probablemente la puerta principal estaría en el centro, a los pies de la nave central, pero con la ampliación quedaría cegada y sería cuando sería abierta la lateral que ya apuntábamos.

Descripción

Se distinguen tres fases de construcción: en un primer momento se construye la basílica, más tarde se le añade el baptisterio, con una pila en planta con forma de cruz griega, y, por último, una tercera fase, en la que lo que se cambia es la pila bautismal, que pasa a ser circular en la que los brazos de una cruz apenas están indicados por lóbulos, y se encuentra elevada del suelo.


Se desarrolla a partir del siglo IV, aunque su mayor esplendor será en el siglo V, momento en el que se podría fechar con seguridad, posteriormente se le agrega el baptisterio, y en el siglo VI, se modifica la pila bautismal. Su uso se extiende por todo el siglo VII y principios del VIII, hasta la llegada de los árabes, y la consecuente pérdida de fuerza de la religión cristiana en las zonas ocupadas. A partir de este momento, podría haber perdurado quizás un poco más su uso, conviviendo con ellos, pero de esto no existe ninguna constancia arqueológica.


La ausencia de madera y clavos entre los restos aparecido durante la excavación de las diferentes tumbas parece indicar que los enterramientos se realizaron sin ataúd o féretro, con el difunto, que sería transportado con una parihuela, únicamente envuelto en un lienzo. En la mayoría de las tumbas aparece más de una inhumación con los restos del enterramiento o enterramientos anteriores amontonados a los pies de la sepultura.


Es fácil suponer que las tumbas se encontrarían señalizadas en la superficie, sin embargo, no se ha conservado ninguna de las piezas típicas con esta función. En otras intervenciones, en el municipio han aparecido lápidas sepulcrales con inscripciones, que no resulta aventurado pensar que puedan proceder de esta necrópolis.


Muchas de las tumbas más próximas a la basílica, quizás las más antiguas, tenían cubiertas realizadas con tégulas (tejas planas) y las paredes realizadas con ladrillos.  Otras presentan cubiertas de piedra y las fosas presentan una tendencia más antropomorfa que rectangulares.


La cerámica de los ajuares se corresponde con diversos tipos de jarras visigodas. La cronología abarcaría del Siglo V al VIII.


Rafael Caballero para URBS REGIA


Otra información de interés

Visitas bajo cita previa, solicitándolas al correo cantuesoexperience@gmail.com

 

Bibliografía

FERNÁNDEZ GÓMEZ, F.; SIERRA FERNÁNDEZ, J.A. DE LA; LASSO DE LA VEGA, M.G., (1979) 1987: “La basílica y necrópolis paleocristianas de Gerena (Sevilla)”, Noticiario Arqueológico Hispánico nº 29, 103-199.
RODRÍGUEZ VIOLAT, R., (2013): “Las sepulturas antropomorfas”, Revista de Claseshistoria, Artículo 384, 15 de julio de… .

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