TARRAGONA PRERROMANICA
Tarragona es una ciudad fundamental para conocer la influencia del cristianismo desde sus comienzos en Hispania hasta la conquista árabe. En ella encontramos restos de dificaciones paleocristianas y visigodas, que proponemos visitar en este viaje de dos días, incluyendo un mausoleo tardo romano situado a pocos kms. que, caso excepcional en España, conserva una cúpula intacta y gran parte de su decoración de mosaicos y pimtura, que parece que fue utilizada como templo cristiano a partir del siglo IV.
En la ciudad de Tarragona encontramos el resto de los yacimientso a visitar, tres de ellos paleocristianos y otro visigodo del siglo VII, la mayoría dedicados al mártir Fructuoso y a sus diáconos Augurio y Eulogio, mártires locales que encontraron la muerte en el año 259 en el anfiteatro de la ciudad.
Recomedamos visitar también durante durante la estancia en la ciudad, la catedral románica y recorrer la muralla ibérica
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Mapa del viaje
Guía del viaje
Día 1
Basílica visigoda construida a finales del siglo VI dentro del anfiteatro romano de Tarragona, en memoria de tres mártires quemados vivos allí el año 259. Descubierta en 1953 debajo de los restos de una iglesia románica del siglo XII, se han excavado y estudiado sus cimientos y se ha podido saber que tenía forma de basílica tardorromana semejante a la de Eio en el Tolmo de Minateda, de tres naves, un ábside y una cámara adosada al este del costado norte, pero toda su decoración esculpida, retallada en material de otros edificios anteriores, era ya en estilo visigodo
Construida en el mismo terreno que antes hubo un templo romano, la catedra visigoda y una mezquita árabe, fue comenzada en estilo románico en 1171, pero no se terminó hasta el siglo XIV, ya en plenitud del gótico. Consta de la iglesia, de planta basilical de tres naves, con capillas añadidas a las laterales a partir del S. XIV, un ábside principal y cuatro secundarios y tres puertas de acceso, dos románicas y la otra gótica. Además tiene un claustro construido en el S. XIII, al que se accede desde el lado norte de la cabecera, un dormitorio, refectorio, bodega, cocina y sala capitular.
Entre 1994 y 1997 se excavó un muy arrasado conjunto arqueológico paleocristiano en las afueras de Tarragona, justo al lado de la gran necrópolis paleocristiana localizada en la Fábrica de Tabaco, a la cual estaba vinculado o conectado mediante un antiguo vial suburbano. Así, ambos yacimientos podrían considerarse un único conjunto, rebautizado por la investigación más reciente como Conjunto Paleocristiano del Francolí. Resulta significativa la situación topográfica del yacimiento extramuros de la ciudad romana, en un suburbio donde ya en época imperial se habían asentado algunas villas y otras edificaciones, así como parte del área funeraria que rodeaba la ciudad. Con posterioridad, durante la segunda mitad del siglo IV, se construyó en el lugar una villa residencial o domus suburbana, un sector de la cual fue reaprovechada como necrópolis una vez cayó en desuso.
Día 2
La importancia del yacimiento descubierto en 1923 y su excavación, dentro del universo de la arqueología cristiana hispana, radica no sólo en la propia necrópolis, sino también en la identificación de una basílica funeraria relacionada con el culto al mártir Fructuoso y a sus diáconos Augurio y Eulogio, mártires locales que encontraron la muerte en el año 259 en el anfiteatro de la ciudad mediante la crematio. que además ha permitido conocer mejor el primer cristianismo en el Imperio Romano Occidental.
Edificada sobre el sepulcro de San Fructuoso, es de planta basilical de tipo romano, con tres naves, de 30 m. de largo por 9 de ancho en la nave central y 5 en las laterales, separadas por columnas, con ábside semicircular y pavimentada con teselas de mármol blanco. Se conservan también restos de decoración pictórica en algunos trozos de muros.
Situado dentro de una villa romana, este edificio formado por dos salas cuadradas abovedadas, con una sola entrada en la situada al este. Esta sala, que fue dedicada en el siglo IV a mausoleo añadindole una cripta y conserva una importante decoración en mosaicos y pinturas de arte funerario paleocristiano español, tiene forma de cilindro con cuatro nichos semicirculares. La sala oeste, de planta interior cuatrilobulada, está en mucho peor estado.