En tierras de Fernán González

Mapa del viaje
Guía del viaje
Día 1
Se trata de una basílica de tres naves, con una compleja cabecera rectangular, construida en el S. VI sobre un mausoleo romano de la antigua metrópoli de Tricio la Grande, por lo que su cabecera está orientada a occidente. Para ello se reutilizaron fragmentos de enormes columnas corintias sobre las que se añadieron arcos visigodos de herradura en piedra de toba.
Protegiendo un cenobio rupestre del siglo VI se encuentra esta iglesia monacal, formada por dos naves, algo único en España, dos ábsides y un pórtico adosados a la montaña. Debido a diversos avatares encontramos en ella restos visigodos, mozárabes y protorrománicos. Este monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad, fue sede de un importante escriptorium, origen de los primeros escritos en los que se utilizó el castellano, en el siglo X.
Día 2
Edificio de una sola nave, con un ábside cuadrado de menor anchura, que fue posteriormente sustituido por el actual. Sorprende por sus altas ventanas gemelas, con arcos de herradura sobre impostas, y no menos sorprendentes son unos capiteles que se conservan en su interior, de talla a bisel muy encuadrable en la escultura visigoda, pero que también incluyen unas cabezas de mucho mayor relieve. Posiblemente fue un edificio civil, convertido después en iglesia.
A 20km de Burgos encontramos esta ermita cuyo origen parece ser paleocristiano, reconstruida posiblemente en la primera repoblación de esa zona, en tiempos de Alfonso III el Magno, ya que a pesar de una serie de importantes modificacines que sufrió en los primeros tiempos de arte románico en España y en el siglo XVIII conserva múltiples detalles que demuestran su gran relación con la arquitectura asturiana.
Es posiblemente el último monumento visigodo conocemos. De planta cruciforme con tres naves, las laterales con aposentos, nave de crucero y un ábside, es semejante a San Pedro de la Nave aunque aquí el crucero es inmediato al ábside. Sólo nos ha llegado la cabecera con una magnífica decoración en el arco toral y en tres frisos que recorren su exterior.
Día 3
Única fortificación militar que se conserva de esta época. Llamada así por Doña Urraca, nieta de Fernán González, abadesa soberana del Monasterio de San Cosme y San Damián de Covarrubias. Formada por tres cuerpos, el primero posiblemente de origen romano, el segundo, que dispone de una puerta en arco de herradura, y el último reconstruido en época algo posterior, con ventanas y contrafuertes.
Situada en Barriosuso, cerca de Covarrubias, se encuentra esta ermita, que ya aparece en un diploma del año 924, a la que posteriormente se adosó un pórtico románico. Consta de una sóla nave de unos 9 por 5m. con cubierta de madera y un ábside cuadrado de 2 por 2m que dispone de una ventana cruciforme formada por cinco anillos y cubierto por bóveda de media naranja, separados por un arco de herradura. Parte de su decoración recuerda a la de Quintanilla.
De aspecto exterior muy sencillo e interior ricamente decorado. Nave con una palmera central de la que salen ocho arcos que soportan la bóveda, el ábside en el lado este y en la mitad oeste de la nave una «pequeña mezquita» de cinco naves abovedadas sobre arcos de herradura que soportan un coro en el que hay otro pequeño ábside.