EL PREROMANICO EN EL CONDADO DE CASTILLA
En el siglo X y la primera parte del XI el Condado de Castilla fue la punta de lanza de la Reconquista; su territorio se amplió prácticamente hasta el Sistema Central y, gracia a las políticas que favorecían la repoblación, se crearon nuevos núcleos de población y muchos monasterios.
De todo lo construido en ese periodo y de lo existente desde antes de la conquista árabe, a pesar de que gran parte fue destruido en las razias de Almanzor nos han quedado monumentos de gran interés, en general muy poco conocidos y muy diferentes entre sí, algunos de época visigoda como la iglesia cruciforme de Quintanilla de las Viñas, el que puede que fuera un palacio visigodo de San Vicente del Valle y la gran basílica de Santa María de los Arcos; otros mozárabes como la excepcional ermita de San Baudelio de Berlanga, San Miguel de Gormaz, iglesia mozárabe cubierta de pinturas románicas muy bien conservadas, el Torreón de Doña Urraca, único edificio mulitar que queda de esa época, construido por Fernán Gonzalez, en cuya visita podemos conocer las armas y las técnicas militares de hace mil años, y San Millán de Suso, el gran santuario y escritorio origen de los primeros textos en castellano.
En este viaje proponemos visitarlos en tres días, con un recorrido de 340 kms., en el que también visitaremos la Fortaleza Califal de Gormaz – la mayor de toda Europa en su época – y la Ermita de la Virgen del Cerro con una interesante influencia del Arte Prerrománico Asturiano.
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Mapa del viaje
Guía del viaje
Día 1
De aspecto exterior muy sencillo e interior ricamente decorado. Nave con una palmera central de la que salen ocho arcos que soportan la bóveda, el ábside en el lado este y en la mitad oeste de la nave una “pequeña mezquita” de cinco naves abovedadas sobre arcos de herradura que soportan un coro en el que hay otro pequeño ábside.
Alcazaba del siglo X encaramada en lo alto de un cerro, es la fortaleza árabe de mayor envergadura de Europa con sus 450 metros de largo por 60 de ancho, y unas sus murallas alcanzan una altura de 10 metros. Construcción árabe en su origen, también fue reparada y reconstruida a lo largo de los siglos por los sucesivos habitantes cristianos que la ocuparon. Sillares a soga y tizón en la base y mampostería a altura superior.
Aunque esta ermita, recientemente restaurada, de una sola nave y un ábside cuadrado, está considerada como románica de posterior a 1060, fecha en que Fernando I conquistó la zona, por su estructura con cabecera rectangular, testero plano y cubierta por bóveda de cañón, y por los arcos de herradura de acceso al ábside y de entrada en el costado sur, parece muy anterior. En su interior se descubrió un importante ciclo de pinturas románicas de 186 m2 datadas a principios del siglo XII, muy relacionadas con las de San Baudelio de Berlanga y la Vera Cruz de Maderuelo, posiblemente de la misma mano.
Día 2
Única fortificación militar que se conserva de esta época. Llamada así por Doña Urraca, nieta de Fernán González, abadesa soberana del Monasterio de San Cosme y San Damián de Covarrubias. Formada por tres cuerpos, el primero posiblemente de origen romano, el segundo, que dispone de una puerta en arco de herradura, y el último reconstruido en época algo posterior, con ventanas y contrafuertes.
Es posiblemente el último monumento visigodo conocemos. De planta cruciforme con tres naves, las laterales con aposentos, nave de crucero y un ábside, es semejante a San Pedro de la Nave aunque aquí el crucero es inmediato al ábside. Sólo nos ha llegado la cabecera con una magnífica decoración en el arco toral y en tres frisos que recorren su exterior.
A 20km de Burgos encontramos esta ermita cuyo origen parece ser paleocristiano, reconstruida posiblemente en la primera repoblación de esa zona, en tiempos de Alfonso III el Magno, ya que a pesar de una serie de importantes modificacines que sufrió en los primeros tiempos de arte románico en España y en el siglo XVIII conserva múltiples detalles que demuestran su gran relación con la arquitectura asturiana.
Día 3
Edificio de una sola nave, con un ábside cuadrado de menor anchura, que fue posteriormente sustituido por el actual. Sorprende por sus altas ventanas gemelas, con arcos de herradura sobre impostas, y no menos sorprendentes son unos capiteles que se conservan en su interior, de talla a bisel muy encuadrable en la escultura visigoda, pero que también incluyen unas cabezas de mucho mayor relieve. Posiblemente fue un edificio civil, convertido después en iglesia.
Protegiendo un cenobio rupestre del siglo VI se encuentra esta iglesia monacal, formada por dos naves, algo único en España, dos ábsides y un pórtico adosados a la montaña. Debido a diversos avatares encontramos en ella restos visigodos, mozárabes y protorrománicos. Este monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad, fue sede de un importante escriptorium, origen de los primeros escritos en los que se utilizó el castellano, en el siglo X.
Se trata de una basílica de tres naves, con una compleja cabecera rectangular, construida en el S. VI sobre un mausoleo romano de la antigua metrópoli de Tricio la Grande, por lo que su cabecera está orientada a occidente. Para ello se reutilizaron fragmentos de enormes columnas corintias sobre las que se añadieron arcos visigodos de herradura en piedra de toba.