El Románico navarro del Camino de Santiago
El viaje que se propone comenzaría en la localidad de Roncesvalles, famosa por ser el lugar legendario en el que se desarrolló la batalla de Carlomagno narrada en el Cantar de Roldán. La construcción más antigua de este municipio es la capilla de Sancti Spiritus, construida en el siglo XII sobre el lugar donde se depositaron los cadáveres de dicha batalla, de ahí que posea una función cementerial que mantiene hasta el día de hoy. También merece la pena visitar la capilla de San Agustín donde está enterrado el rey navarro de las Navas de Tolosa (1212), Sancho VII el Fuerte.El siguiente punto del viaje sería la localidad de Murazábal, la cual, cuenta con una de las iglesias más bellas: Santa María de Eunate, famosa por ser de una las pocas iglesias que poseen una planta octogonal y además, en este caso, rodeada por una bella galería porticada.
El recorrido proseguiría por el famoso municipio de Puente la Reina, villa fundada por Alfonso I el Batallador a finales del XI en la cual destaca de época románica la iglesia del Crucifijo, famosa por su Cristo en forma de Y.
La siguiente parada sería Estella, ciudad en la cual se destacan dos monumentos románicos: la imponente iglesia de San Miguel, a caballo entre el estilo románico y el gótico, y el Palacio de los Reyes de Navarra, construcción del siglo XII que constituye uno de los dos ejemplos de arquitectura románica civil en Navarra (el otro es el hórreo de Iracheta en la Valdorba).
La escala posterior sería en la iglesia del Santo Sepulcro en Torres del Río, que constituye el segundo ejemplo de iglesia con planta octogonal junto a Santa María de Eunate. Las torres de ambas sirvieron como faro-guía para los peregrinos del Camino de Santiago. El viaje concluiría en el monasterio de San Jorge, en Azuelo, situado en un precioso paraje natural que enfatiza la idea monacal de retiro espiritual y soledad.
Visitas previstas: capilla de Sancti Spiritus, Santa María de Eunate, iglesia del Crucifijo, iglesia de San Miguel, Palacio de los Reyes de Navarra, iglesia del Santo Sepulcro y monasterio de San Jorge.
Recorrido total aproximado del viaje: 139 Km.
Tipo de estancia recomendada: Alojamientos Rurales en el entorno de Navarra.
Mapa del viaje
Guía del viaje
Día 1
La capilla de Sancti Spiritus en Roncesvalles, también conocida como Silo de Carlomagno por suponerse que su origen se debe al enterramiento de combatientes francos caídos en la batalla de 778, fue construida en el siglo XII. La capilla se asienta, pues, sobre el pozo que servía de osario, reforzado con muros de mampostería y bóveda de medio cañón del mismo material. La capilla es de planta cuadrada y bóveda sencilla de crucería simple.
La iglesia del Crucifijo en Puente de la Reina fue fundada por los templarios hacia 1146. En sus inicios, poseía una única nave, con ábside de tambor pero, más tarde, se le adosó otra en su costado norte. Destaca su magnífica portada, situada en el lado sur y guarecida de la lluvia por un arco-porche construido posteriormente y por su Cristo en forma de Y que da nombre al templo.
Día 2
Se tienen noticias de la existencia de una parroquia dedicada a San Miguel desde el año 1145. No obstante, los restos más antiguos que se conservan evidencian una construcción probable entre 1187 y 1196, fecha de la invasión de Navarra por los castellanos durante el reinado de Sancho VII. Tiene tres naves con transepto y cinco ábsides, de los que sólo tres se observan desde el exterior.
Día 3
Iglesia de planta octogonal, que recuerda a la de Eunate. Construida entre 1160-1170 por los templarios, quienes recurrían habitualmente a la planta concéntrica en recuerdo de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Tiene adosada un torre circular con un faro en la parte superior para servir de faro-guía a los peregrinos.
La iglesia que hoy vemos perteneció a un monasterio ya existente en el siglo X, aunque su apariencia sea románica. De los siglos XI y XII son el ábside, la cúpula y el portalón de entrada por el oeste, dentro de un estilo influenciado por el aragonés, sobre todo por el románico de Jaca y Loarre. La primitiva nave se reformó en el siglo XVI.