BASÍLICA DE CABEZA DE GRIEGO
Notas previas
- Descubierta en 1760 y estudiada por orden de Carlos IV en 1789 y 1790. Sus restos fueron posteriormente expoliados hasta su práctica desaparición, siendo conocida únicamente por la información que entonces generó J. Cornide.
- Está situada en el costado suroeste de la ciudad romana de Segóbriga.
- Con posterioridad a la confección de esta ficha, dentro del programa de excavaciones en Segóbrica, se han vuelto a sacar a la luz, en el año 2006, los restos de la Basílica de Cabeza de Griego.
Entorno histórico
Actualmente desaparecida, fue descubierta por algunos vecinos de Saelices hacia 1760 y estudiada en 1793 por José Cornide, que realizó una memoria gracias a la cual se conocen sus características. De los restos Excavados entonces sólo se conservan algunas placas de cancel y un capitel, habiendo sido expoliado todo lo demás, que en gran parte se utilizó en la reconstrucción del monasterio de Uclés.
Un hecho muy poco conocido, que no figura en la bibliografía al uso sobre Segóbriga y que nos aporta la Dra. Alicia Mª Canto, es que las primeras excavaciones oficiales en Segóbriga, entre 1789 y 1790, se debieron a la iniciativa y patrocinio del rey Carlos IV, que envió para hacerlas al archivero real y famoso paleógrafo F.J. de Santiago Palomares, como consecuencia del interés con el que el ilustrado rey había seguido las excavaciones privadas del prior de Uclés y otros tres eruditos de Saelices, que habían tenido lugar en el otoño de 1789, y de las que informaban al monarca a través del conde de Floridablanca. Cornide realizó un segundo viaje de estudio en 1793, con destino a la publicación posterior, que no aparecería hasta 1799. Otro detalle curioso al respecto de estos trabajos, que A.C Canto rescató esta vez en las Memorias de Manuel Godoy, fue que aquellas excavaciones fueron un ejemplo, además, de “obras emprendidas para sustento de los pobres”, pues “los trabajos ocuparon a muchos brazos”. Esto convierte a Cabeza de Griego en el primer caso en España en que el estado financió una investigación arqueológica.
Descripción
De acuerdo con la información que Cornide proporcionó, parece que nos encontramos ante un monumento de gran importancia pues además de ser, con sus 26 metros de anchura por 48 de longitud, la iglesia de mayor tamaño que se conoce de la arquitectura visigoda, debido quizá a su construcción en dos etapas y posiblemente a que su ampliación se efectuó a principios del siglo VI, antes de la conversión de Recaredo, cuando en esta zona central de la península dominaba el rito arriano, esta es la primera iglesia visigoda en la que se observa un intento claro de modificación de la planta basilical clásica a base de añadir un transepto o seudocrucero. La modificación de las plantas basilicales añadiendo estructuras que manifiestan la necesidad de disponer de un espacio semejante a un crucero, posiblemente por necesidades del culto, y que se observa aquí por primera vez, marcará toda la arquitectura visigoda y dará origen a la conversión de las plantas de las iglesias visigodas hasta llegar a las magníficas iglesias cruciformes del siglo VII.
Situada muy cerca de las ruinas de la ciudad romana de Segóbriga, exterior a ésta, todo hace pensar en que existió un asentamiento visigodo en una ciudad en la que habitaron desde los iberos, como demuestran los¡ restos hallados en la “Cueva de Segóbriga”, hasta los árabes, de los que se ha encontrado una serie de tumbas, posiblemente del siglo X, intercaladas entre la visigodas de la necrópolis que hay alrededor de la basílica. Estas tumbas tienen disposición norte-sur, con el esqueleto acostado sobre la derecha, mirando a la Meca.
A lo largo de este periodo, que va desde la Edad del Bronce hasta el siglo X, habitaron en esta ciudad el pueblo celtibérico de los olcades, según demuestran los hallazgos de fíbulas y broches de cinturón así como el propio nombre de la ciudad, formado por dos voces célticas que pueden significar “Ciudad de la Victoria” ó “Ciudad Fuerte” y que estuvieron en ella desde el siglo VII u VIII hasta mediados del siglo II a.J.C., en el que después de los levantamientos celtibéricos contra los romanos, éstos se asentaron en la ciudad que debió llegar a ser de gran importancia de acuerdo con los magníficos restos excavados del teatro, anfiteatro y termas de la Segóbriga romana.
Del periodo visigodo se han encontrado fragmentos de decoración correspondientes a canceles con temas vegetales y geométricos así como un magnífico capitel de tipo corintio degenerado muy diferente a los de la basílica exterior a la que corresponde este estudio y que debía pertenecer a otra basílica situada en el centro de la ciudad, casi en lo alto del cerro, edificada en el siglo VII. La basílica exterior estaba rodeada de una extensa necrópolis, lo que indica su carácter funerario, en la que se han descubierto gran cantidad de tumbas situadas en dirección este-oeste, construidas a base de sillares romanos reutilizados o excavadas directamente en la tierra, conteniendo generalmente ajuares muy pobres con anillos, sencillos pendientes, cuentas de collar y clavos de ataúd de madera. Entre estas tumbas han aparecido también las árabes a los que nos hemos referido anteriormente.
Esta basílica exterior fue inicialmente un mausoleo del siglo V dedicado posiblemente a dos personajes importantes cuyos sepulcros se encontraron en el ábside ultrasemicircular que adjunto a un nártex rectangular componían el mausoleo. Ambos estaban comunicados por medio de una puerta en forma de herradura según nos describe Cornide. El edificio era de dos plantas y, como era habitual en los monumentos funerarios de la época, la superior tenía función litúrgica.
En el siglo VI se le añadieron las tres naves y se convirtió en basílica utilizando la parte superior del mausoleo como cabecera, a la que se añadieron también dos compartimentos laterales que le proporcionan una curiosa forma de “tau“. El suelo de las naves estaba a la altura de la cripta original, por lo cual la cabecera de la basílica estaba a mayor altura y se accedía a ella por medio de dos escaleras situadas a los lados de la nave central. Debajo de esta elevación se encontraron varias tumbas, lo que demuestra el carácter funerario del edificio. Posiblemente sirvió para enterramiento de los obispos de Segóbriga, pues las inscripciones indican que tres de las tumbas corresponden a Sefronio, Nigrinio y Caonio y otra posiblemente a Honorato, todos ellos referenciados en las actas de los concilios de Toledo. Dado que Sefronio murió, según se ha podido deducir del epitafio hallado, en el año 580 y que los otros dos son anteriores a él, podemos suponer que la segunda parte de la basílica fue construida en la primera mitad del siglo VI.
Las tres naves estaban separadas por dos filas de diez columnas cada una, posiblemente unidas por dinteles, ya que la distancia es demasiada para plantearnos la posibilidad de la existencia de arcos entre ellas, y parece evidente que estaría cubierta por tejados planos siguiendo los esquemas basilicales clásicos.
Se desconoce la forma del ábside que correspondía a la planta superior del mausoleo, pues ya había desaparecido cuando se excavó, pero es de suponer que sería muy semejante a la forma de la cripta. El aparejo, excepto en las dos pequeñas habitaciones que prolongaban el transepto, construidas en mampuesto, era a base de sillares grandes escuadrados, posiblemente con el núcleo central de mampuesto según un sistema típicamente romano.
En cuanto a la decoración, se han hallado restos de estucos tallados antes de endurecer que debían cubrir los muros, con dibujos de círculos secantes, retículos de hexágonos alternando con cuadrados, róleos y un crismón, pertenecientes al comienzo de la escultura visigoda, del mismo tipo que los hallados en Baños de Moro y Aljezares, ambos en la provincia de Murcia, que son de la misma época.
Otra información de interés
Forma de Acceso: Autopista A-3: Salida 103: Salices / CM-310 / Carrascosa del Campo / Segóbriga) tomar la CM-310, a 3,5 Km se llega a las ruinas de Segóbriga. A la llegada, a la izquierda de la carretera se encuentra el lugar donde estaba la basílica, cerca del Museo de Segóbriga y de la necrópolis
visigoda.
Coordenadas GPS: 39º 53′ 27,92″N 2º 48′ 37,05″W.
Teléfono de Información: Centro de Interpretación de Segóbriga: 62975 22 57
Horario de Visitas: 15 de abril a 15 de septiembre: 9 a 21 horas. 16 de septiembre a 14 de abril: 10 a 18 h. Lunes cerrado, excepto festivos.
Bibliografía
Historia de España de Menéndez Pidal: Tomo III
SUMMA ARTIS: Tomo VIII
L’Art Preroman Hispanique: ZODIAQUE Ars Hispanie: Tomo II
La Arqueología española en la época de Carlos IV y Godoy. Los dibujos de Mérida de don Manuel de Villena Moziño (1791-1794): Alicia Mª Canto. Segóbriga. Guía del Conjunto Arqueógico: Martín Almagro Basch.
Portales
Comunicaciones del prior de Uclés sobre las excavaciones de Cabeza de Griego
Segóbriga en la actualidad tardía
Crónicas sobre el conjunto arquitectónico de Segobriga
Parque Arqueológico de Segóbriga
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Buenas, soy el administrador de un fondo documental digital sobre Melilla y el Rif y me gustaría dejar constancia por aquí de un descubrimiento por si alguien puede aportar algún dato o referencia. Verán, desde hace algún tiempo, estoy tratando de datar, junto con un amigo arqueólogo, la etapa cronológica y naturaleza de una estructura octogonal de unos 45 metros de diámetros ubicada en el extremo norte del Cabo de Tres Forcas, en la partida de Beni Chiker, provincia de Nador (Marruecos). Aunque se sitúa apenas a 20 Km al norte de Melilla, lo cierto es que se encuentra en un paraje inhóspito y prácticamente deshabitado, apenas a 150 metros del mar y a medio Km aproximadamente al SO del Faro de Tres Forcas y, pese a que esta zona estaba enmarcada en el antiguo Protectorado no he conseguido aún ni una única referencia al mismo. La construcción está bastante derruida pero la planta se aprecia claramente desde la vista zenital de GoogleEarth. Si alguien puede aportar alguna referencia documental acerca de esta construcción antropogénica agradecería que lo hiciera a eurocamsuite(arroba)yahoo.es
Muchísimas gracias.
Rafael Lomeña