LIBRO DE HORAS DE MUNICH-MONTSERRAT
Notas Previas
- Referencias: Biblioteca de la Abadía de Montserrat, Ms. 53; Paul Getty Library, Ms. 3; Bayer Stattisbibliothek München, CLM 23638.
- Dimensiones: 140 x 100 mm.
- 221 folios decorados unos con miniaturas a página completa y el resto con magnífica decoración en los márgenes.
- Facsímil completo de CM Editores (cARTEm). (Ver)
Entorno histórico
Simon Bening fue un pintor flamenco del siglo XVI, uno de los principales representantes de la escuela de Gante-Brujas, considerado como el último de los grandes iluminadores flamencos y uno de los mayores innovadores y responsables del auge de la miniatura de Flandes en el siglo XVI. Además, fue un reputado pintor de retablos, que creó libros para gobernantes alemanes, como el cardenal Alberto de Branderburgo y para la realeza, como el emperador Carlos V y Don Fernando, Infante de Portugal.
Su especialidad era la iluminación de los libros de horas y también creó árboles genealógicos y retablos portátiles en pergamino de forma que algunas de sus mejores obras pertenecen a los trabajos de los meses, miniaturas incluidas en los libros de horas.
La década de los años 1530 y 1540 fue un período en el que Bening contó con encargos efectuados por parte de miembros de familias aristocráticas como, entre otras, Mencía de Mendoza, marquesa del Zenete y viuda del chambelán de Carlos V, Enrique III de Nassau, que le encargó dos libros de horas.
Este manuscrito, que se encuentra en la Abadía de Monserrat, aunque algunos de sus folios, que fueron arrancados y se encuentran en el Museo Paul Getty de Los Ángeles y en la Biblioteca Estatal de Munich, fue realizado en Gante entre 1535 y 1540, en un periodo en el que Simon Bening mantenía estrecha relación con Alonso de Idiaquez, fundador del monasterio de San Telmo y miembro de la corte de Carlos V.
Se sabe que el manuscrito se hallaba en España desde 1578, por una inscripción efectuada por Agustín de Orbaneja, prior del monasterio de San Telmo de la orden de predicadores, quien lo analizó y no halló errores ni anotaciones contra la fe. En esta época el códice pudo pasar desde el monasterio de San Telmo de San Sebastián, a la abadía benedictina de Montserrat, aunque no hay pruebas concluyentes de cuándo fue ese traslado.
Descripción
El Libro de Horas De Munich-Montserrat es un manuscrito suntuoso, con 221 folios todos magníficamente iluminados, bien a página completa, bien con hermosa decoración floral habitada por cientos de plantas y letras capitulares con oro. El precioso calendario que abre el libro, está considerado por los especialistas en miniatura medieval y renacentista como el segundo ciclo de imágenes de los meses del año más importante después del de «Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry».
En él Bening muestra sus virtudes como paisajista, lo que demuestra en el calendario de Munich, que en origen formaba parte del manuscrito de Montserrat. Bening aquí demuestra su maestría, destacando su interés en plasmar distancias lejanas, y sus inclinaciones poéticas a través de amplios paisajes que evocan los cambios de las estaciones y las particularidades topográficas o climatológicas, reflejando ese interés de Simon Bening por el paisaje durante la década de 1530, representando no solo aspectos terrenales y tipográficos, sino que también condiciones atmosféricas, temporales y de iluminación.
El interés por el paisaje no aparece sólo en el Calendario, sino también en las miniaturas a página completa y en los márgenes historiados. Se observa en muchas de sus imágenes, entre las que se pueden destacar algunas muy especiales como una serie de representaciones situadas en los Sufragios de los santos, por ejemplo la miniatura dedicada a Santiago el Mayor, convertido en caminante hacia el Finis Terrae que se integra en un paisaje costero escarpado, bañado por una superficie marina surcada por barcos de vela en la que el apóstol es representado como un busto tocado con una venera, el bordón de peregrino y la escarcela cruzada sobre una esclavina, mientras lee el libro que testimonia su misión evangelizadora en los territorios de la antigua Hispania.
Otro ejemplo puede ser la densidad atmosférica que transmite el paisaje boscoso y húmedo que en vuelve a San Juan Bautista, de la misma manera que lo hace en la imagen del mismo santo representado por Simon Bening en un folio suelto, correspondiente al segundo volumen de un libro de horas que perteneció al cardenal Albrecht de Brandeburgo.
En otros aspectos su estilo es relativamente poco evolucionado con respecto a lo que se hacía ya años antes de su nacimiento, sin embargo sus paisajes constituyen un vínculo entre los iluminadores del siglo XV y Peter Brueghel.