Turismo Prerrománico > LIBER COMMICUS

LIBER COMMICUS

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (Ninguna valoración todavía)

Notas Previas

Referencia: Real Academia de la Historia, Madrid. Códice 22.

Otros nombres: Liber Comitis.

Dimensiones: 400 X 270mm.

195 folios de pergamino en letra visigótica, escrito a dos columnas por página.

Múltiples miniaturas e iniciales iluminadas.

 

Libro con todas las imágene del Liber Commicus que nuestro colaborador Jean-Luc Monneret ha limpiado y comentado. Pulsar la imagen para acceder. Desde este libro se acede a toda la información disponible sobre este manuscrito.

 

 

Entorno histórico

Folio 88v: DetallePuede parecer sorprendente la creación de un libro de liturgia mozárabe en San Millán de la Cogolla terminado el año 1073. en plena eclosión del arte románico y en unos momentos en los que en los reinos cristianos españoles se sufría una gran presión, tanto por parte de Roma como de la orden cluniacense, para exigir la implantación en toda España de la liturgia gregoriana sustituyendo al llamado “rito mozárabe” que se estaba utilizando desde los tiempos de la monarquía visigoda.

En esas fechas Aragón estaba regido por Sancho Ramírez (1063-1094), amigo de Roma e impulsor en todos sus territorios de la reforma gregoriana, que puso su reino bajo la protección de la Santa Sede en 1068 y fue felicitado en 1074 por el Papa Gregorio VII por su colaboración. También en Castilla, durante el reinado de Alfonso VI (1072-1109) se estaba comenzando a sustituir el rito mozárabe por el romano, aunque en este caso mediante una alianza con Cluny, lo que permitió al monarca hacer el cambio exigido por Roma sin ceder el control político de la iglesia castellano-leonesa, aprovechando la resistencia de ésta al cambio en su liturgia.Sin embargo la situación en el Reino de Navarra era muy diferente. Su monarca, Sancho IV “el de Peñalén” (1054-1076) se mostró poco partidario de la eliminación de la liturgia mozárabe, lo que explica que en el monasterio más importante de sus territorios, como era considerado San Millán de la Cogolla, existiera una gran resistencia al cambio y posiblemente el principal representante de esta corriente conservadora fuera Pedro, su abad hasta 1067 cuando pasó, parece ser que a petición propia, a dedicar todos sus esfuerzos al scriptorium del monasterio.

Folio 104r: DetalleÉl fue el autor de este texto litúrgico mozárabe conservando en sus miniaturas el estilo de los códices de San Millán del siglo anterior, sin ninguna concesión a la nueva iconografía románica, y escrito en letra visigótica, excepto el colofón, situado en el folio 193v, para el que se utilizó escritura diplomática. También incluye algunas muestras de carolina de transición a gótica, se supone que añadidas posteriormente y obra de otro copista.

El Liber Commicus permaneció en el Monasterio de San Millán de la Cogolla hasta la desamortización de Mendizábal el año 1835, cuando se depositó en la Biblioteca de Cortes, desde la que pasó posteriormente a la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, donde aún se conserva.

Descripción

La comunidad cristiana al principio leía directamente la Biblia, con una amplia libertad de elección, pero pronto se vio la conveniencia de preparar una selección de lecturas bíblicas para los diferentes periodos del culto y en las festividades especiales. Este tipo de códices, que contenían un sistema organizado de lecturas para su uso en las celebraciones litúrgicas, recibió diversos nombres: “comes”, “liber commicus”, “leccionario”, “epistolario”, “evangeliario”, “capitulare” o “liber comitis”.

Folio 122v: DetalleEl Liber Commicus de San Millán de la Cogolla está escrito en tinta negra a dos columnas con una letra visigótica de gran calidad e iniciales primarias muy destacadas y de gran complejidad, que incluyen lacerías zoomórficas y antropomórficas, características habituales dentro del estilo del scriptorium de San Millán de la Cogolla desde mediados del siglo X. Están situadas en los márgenes de la columna de escritura, donde también se encuentran las miniaturas que decoran el libro.

Sus imágenes nos retrotraen a tiempos anteriores. Incluso J. Camón Aznar considera posible que sea copia de un manuscrito del siglo VIII por la simplicidad de sus vestimentas, de pliegues netos, paralelos, cortados rígidamente por líneas horizontales, todo ello de una gran monotonía. Sin embargo los rostros se ajustan al estilo emilianense del siglo anterior, con detalles como las orejas siempre bilobuladas por delante del pelo, o la larga mandíbula y los labios salientes en los personajes de perfil. Todo ello conforma un estilo que, a pesar de su fecha de creación, parece anterior al Códice Emilianense, acabado el año 992, es decir, casi un siglo más antiguo.

Los colores utilizados son también comunes con los de la producción emilianense del siglo anterior: dominan los tonos verde oscuro y claro, amarillo, azul, morado, rojo y marrón, de tonos puros y claros, con los campos de color perfectamente delimitados, como si se tratase de esmaltes.

Mención aparte merece la primera miniatura del códice, la única que ocupa una página completa. Se trata de una Cruz de Oviedo que aparece en el folio 3v, enmarcada por un arco de herradura sobre columnas con basas y capiteles decorados a base únicamente de entrelazos y sobre el que se apoyan dos ángeles. La cruz, que parece estar inspirada en la que existe en el Códice Emilianense, es de brazos iguales ensanchados en los extremos, con las letras “alfa” y omega” suspendidas de los horizontales, y situada sobre un vástago que sostiene, con una pata delantera, un Cordero que tiene dibujado un corazón en sus cuartos traseros.

Conclusiones

En resumen, se trata de un códice muy interesante no sólo por la calidad de su escritura y sus imágenes, sino también porque nos confirma la resistencia que existió en el monasterio de San Millán de la Cogolla hasta el último cuarto del siglo XI, a sustituir la liturgia mozárabe por la romana que estaban introduciendo en España la orden cluniacense y la reforma gregoriana. Se trata de un manuscrito de apariencia mozárabe pero creado en plena fase románica, anacronismo que podría haber generado grandes problemas para su catalogación si no estuviera perfectamente datado en su texto.

 

Bibliografía

Historia de España de Menéndez Pidal: Tomos VI y VII*
SUMMA ARTIS: Tomos VIII y XXII
L’Art Préroman Hispanique: ZODIAQUE
Arte y Arquitectura española 500/1250: Joaquín Yarza

Portales

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

Compartir en:
Imprimir