BEATO DE BURGO DE OSMA
Notas Previas
Referencia: Catedral del Burgo de Osma; Biblioteca Capitular, cod. 1.
Dimensiones: 370 x 265 mm.
166 folios de pergamino, 332 páginas en letra visigoda.
71 miniaturas.
Facsímiles disponibles: Vicent García Editores.
Libro de imágenes del Beato de Burgo de Osma que nuestro colaborador J-L Monneret ha limpiado y comentado. Pulsar la imagen para acceder. Desde el ibro se accede a toda la información disponible sobre el Beato.
Entorno histórico
Este manuscrito, según consta en varias de sus páginas, fue realizado en 1086 por un clérigo llamado Pedro y miniado en su mayor parte por Martino, aunque algunas páginas parecen ser obra de otros autores de menor calidad. No se conoce su scriptorium de origen aunque por sus características siempre se ha supuesto que sería un monasterio leonés. En la actualidad B. P. Shailor y J. Willians creen que hay suficientes motivos para considerarlo como una obra del scriptorium de Sahagún.
Parece ser, por una nota fechada en el año 1203, que en esa época estaba en el monasterio de Carracedo, comunidad que, como la de Sahagún, contó con el favor de los monarcas leoneses. En la actualidad se encuentra en la Biblioteca Capitular de la Catedral del Burgo de Osma, y aunque no tenemos noticias sobre cuándo o cómo llegó a ella, ya aparecía en un inventario de libros antiguos de ese obispado a principios del siglo XIV.
Desde entonces había habido muy poca información sobre este importante manuscrito y en las pocas ocasiones en que se mencionaba no se hacía ninguna referencia a su calidad, e incluso en algunos casos ni siquiera se indicaba que se trataba de un manuscrito miniado. Fue a partir de 1931 y gracias a que P. Orcajo publicó un artículo sobre él en Ars Studio cuando pasó a ser conocido y valorado.
Descripción
Hay acuerdo entre los distintos investigadores en que se trata de un ejemplar que corresponde a la familia I de la versión pictórica, aunque con modificaciones significativas en algunas imágenes, sin que se haya ha podido determinar si son innovaciones de este Beato o si provienen de otro anterior que sirviera a Martino de modelo. En cuanto la versión textual, hay coincidencia en que corresponde a la datada en el año 784, lo que implica, debido a las diferencias en los distintos criterios de clasificación de los expertos, que según Klein pertenece a la primera versión textual, mientras que para Sanders, que opina que la primera versión es la del año 776, ésta sería la segunda.
Se considera muy relacionado con el Beato de Lorvao, escrito cien años más tarde, que además de pertenecer a las mismas versiones pictórica y textual, presenta formas iconográficas comunes con el códice oxomense que no aparecen en ningún otro beato. Debido a ello, se supone que los dos se copiaron a partir del mismo beato anterior o que en la confección del de Lorvao se utilizó directamente este Beato como modelo. No obstante, la calidad del manuscrito del Burgo de Osma es muy superior a la del beato portugués.
Aunque en él se conserva aún la escritura visigótica de la fase anterior, se trata del segundo Beato, y el primero entre los hispanos que han llegado hasta nosotros, que corresponde ya a un estilo iconográfico claramente románico. El único Beato románico conocido anterior a éste es el de Saint Server, que fue creado unos años antes en un monasterio francés. En los códices españoles, la transición al románico, que ya se empieza a observar en el Beato de Fernando I, está consumada en el del Burgo de Osma, por lo que parece probable que fuera realizado en el scriptorium de un monasterio de adscripción cluniacense o bajo la autoridad de un obispo de esa orden, que fue la principal introductora del arte románico y la liturgia gregoriana en España. El monasterio de Sahagún en esas fechas estaba dirigido por el abad Bernardo, que había implantado la observancia cluniacense y posteriormente sería arzobispo de Toledo.
Aunque aún conserva las arquerías de herradura en la representación de elementos arquitectónicos, en el Beato del Burgo de Osma ya se han sustituido los personajes mozárabes por cortesanos, y por guerreros con cotas de malla y yelmos, todo ello según los usos del siglo XI. Las caras tienen largas narices convexas, con ojos como subrayados, mejillas moteadas y los brazos son muy largos, con una estrecha unión con los hombros, presentando habitualmente uno o dos dedos extendidos, también muy largos. Los pliegues de los ropajes pierden abstracción, dejando paso a las imágenes racionalistas y naturalistas que significan un gran cambio en la forma de presentación del mensaje apocalíptico, pero conservando el mismo sabor especial de todos sus antecesores. Las miniaturas son de gran calidad y expresividad, a base de colores opacos en tonos azul oscuro y rojo, así como amarillos, verdes y púrpura. En muy pocos casos se utilizan fondos con bandas de distintos colores. Sin embargo su autor ha dedicado escasa atención a los encabezamientos y a las letras iniciales, que son de poco interés.
Conclusiones
Bibliografía
Historia de España de Menéndez Pidal: Tomos VI y VII*
SUMMA ARTIS: Tomos VIII y XXII
L’Art Préroman Hispanique: ZODIAQUE
Arte y Arquitectura española 500/1250: Joaquín Yarza
Beato de Osma Español-Inglés: Arranx Arranz, José y otros autores (Vicent García Editores)
Portales
ArteHistoria: Tradición e innovación en los Beatos del siglo XI y
principios del XII
V. García Editores: El Beato de Liébana del Burgo de Osma
H. García- Aráez Acerca del origen del Mapamundi de los beatos