Viaje al siglo XII riojano
La ruta comenzaría en la localidad de Peciña, perteneciente al municipio de San Vicente de la Sonsierra, donde se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Piscina, posiblemente el edificio románico más completo de La Rioja, fundado por Don Ramiro Sánchez de Navarra, hijo de Sancho Garcés IV, quien entró en Jerusalén por la puerta próxima a la Piscina Próbática de Bethesda durante la Primera Cruzada en 1099. A su vuelta a España mandó construir este templo cuyo nombre rememora la puerta por la entró en la Ciudad Santa.
El siguiente punto del viaje sería el pequeño municipio de Ochánduri, donde se encuentra la iglesia parroquial de La Concepción que posee uno de los ábsides más perfectos así como uno de los mejores ejemplos de escultura de la zona. También destaca su portada, que constituye el mejor elemento conservado de la nave del templo.
El recorrido proseguiría por uno de los municipio más famosos del Camino de Santiago: Santo Domingo de la Calzada, donde se halla la famosa concatedral homónima, que posee un estilo y unas proporciones de partida propias de las grandes iglesias de peregrinación que ya se habían dejado de fabricar tras la conclusión de Santiago de Compostela. Ello explica la espectacular distribución arquitectónica de la cabecera del templo, única zona del mismo que llegó -en parte- a edificarse bajo los cánones del románico.
La siguiente parada sería el municipio de Nájera, también situado en el Camino de Santiago, donde se encuentra el monasterio de Santa María la Real que fue edificado a instancias del rey Don García quien, según la leyenda, estando de caza halló una cueva en la que había un altar con la imagen de la Virgen, una campana, una jarra y un ramo de azucenas. Al año siguiente, con la toma Calahorra, prometió edificar junto a aquella gruta un templo que le sirviera como panteón real. Y esa función la sigue manteniendo en la actualidad, ya que acoge los restos de monarcas y nobles en gran número.
El viaje concluiría en el municipio de Navarrete, también situado en el Camino de Santiago, donde se encontraba la ermita de San Juan de Acre cuyas ruinas fueron demolidas en el siglo XIX si bien algunos elementos fueron reutilizados, concretamente, la portada de la iglesia y dos vanos ricamente decorados, que adornan el muro de cierre del camposanto de la localidad, erigido también con sillares procedentes de la mencionada ermita en los que abundan las marcas de cantería.
Visitas previstas: Nuestra Señora de la Piscina, La Concepción de Ochánduri, Santo Domingo de la Calzada, Santa María la Real de Nájera y San Juan de Acre de Navarrete.
Recorrido total aproximado del viaje: 82 Km.
Tipo de estancia recomendada: Alojamientos Rurales en el
entorno de La Rioja.
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Mapa del viaje
Guía del viaje
Día 1
Iglesia románica construida en dos fases: aunque fue consagrada en 1137 época a la que pertenecen la cabecera y el presbiterio, la cabecera y el presbiterio la nave y la magnifica portada del costado sur son posteriores al menos en un siglo. Posteriormente se añadieron una torre y una estancia en el costado norte.
L’église romane de fins du XIIe siècle qui se compose uniquement d’une nef et une abside, dont on conserve le chevet, une dépêche du nefu et de sa couverture magnifique méridionale et qui dispose d’une intéressante décoration sculpturale. L’une des caractéristiques de la sculpture de cette zone est la non existence de programmes iconographiques complets, en étant la décoration un amalgame de différents sujets sans connexion.
Magnífico templo comenzado en estilo románico a mediados del s. XII, y terminado en el XIV. Su cabecera que consiste en un gran ábside semicircular con girola es románico de la primera fase, pero las naves stán ya separadas por arquerís góticas y cubiertas por bóvedas de crucería.
Día 2
Aunque de origen anterior, el templo actual data del S.XIII y se ha convertido en un panteón que acoge los restos de monarcas y nobles navarros. De entre los sarcófagos que se conservan destaca la tapa del de Doña Blanca de Navarra, datado a mediados del S, XII, con una magnífica decoración románica.
Iglesia románica que po estar en estado de ruina, se demolió en el S. XIX, reutilizando su portada, que consta de cinco arquivoltas apuntadas decoradas con dientes de sierra, finos baquetones y puntas de diamante, y dos vanos ricamente decorados en el muro de cierre del cementerio. En sus proximidades se pueden visitar los restos de la iglesia.