IDANHA-A-VELHA
Thanks:
- A la Dra. Isabel M. Sánchez Ramos por permitirnos utilizar el contenido del texto y fotografías de las últimas memorias de investigación que aquí plasmamos, con único fin divulgativo.
- A nuestra colaboradora Lucía López García, quien ha realizado la ficha.
Previous notes
- Finales del XIX – principios del XX: José Leite de Vasconcelos y Félix Alves Pereira realizan los primeros estudios monográficos de carácter científico sobre la ocupación de época romana y la producción epigráfica latina.
- Primer tercio del XX: Virgílio Correira es precursor de los estudios relativos a la sede episcopal y el primero en proponer la identificación del edificio de la iglesia de Santa María con la iglesia más antigua de Egitania.
- Principios de los años 50: tras un breve paréntesis, las investigaciones son retomadas por Fernando de Almeida, profesor de la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa.
- 1955-1970: las excavaciones arqueológicas ininterrumpidas dirigidas por Almeida en el entorno de la Sé-Catedral posicionan las estructuras encontradas en Idanha–a–Velha entre los conjuntos arqueológicos más importantes en el ámbito de la arqueología medieval de Portugal, siendo declarados «Inmueble de Interés Público» y «Monumento Nacional».
Historic environment
Idanha-a-Velha es una de las aldeas históricas que depende del concelho de Idanha-a-Nova en la provincia de Beira Interior, comarca de Castelo Branco (Portugal). El origen de la ciudad romana podría vincularse a la existencia de una ocupación previa del lugar en época indígena y prerromana que fue consolidándose a lo largo del siglo I a.C. al ir asumiendo importantes funciones administrativa dentro de su territorio. Así, laciuitas Igaeditanorum, integrada en la provincia romana más occidental del Imperio, Lusitania (conventus Scallabitanus), quedó configurada con un amplio territorio que abarcada parte de la cuenca hidrográfica del Tagus, y gozó de una situación geográfica privilegiada en plena vía de comunicación entre Emerita Augusta y Bracara Augusta. De la ciudad altoimperial se ha documentado el foro romano, unas termas, varias domusurbanas y la necrópolis. Mientras que las murallas que actualmente rodean la aldea se han situado cronológicamente en época bajoimperial.
En actas del concilio de Lugo de 569 la ciudad de los Igaeditani aparece por primera vez denominada con el nombre de Egitania. Este es el testimonio más antiguo relativo a la fundación de la sede episcopal, pero también aparece citada en el documento conocido como «Parrochiale Suevum». El obispado de Egitania limitaba al norte con las sedes episcopales de Lamego y Viseo, al sur con la de Évora, al oeste con Coimbra y Lisboa, y al este, con los obispados de Salamanca y Coria. En este contexto se enmarca el conjunto de estructuras excavadas intramuros en los años 50 por el Prof. Fernando de Almeida en la parte occidental de la ciudad, que corresponden en su gran mayoría al establecimiento del grupo episcopal tardoantiguo.
En 713, Idania, según los textos, experimenta una nueva transformación urbana, manteniendo su prosperidad económica y militar en los siglos IX y X. A finales del siglo XII, Idanha-a-Velha pasó a ser una villa, abandonando también su estatus episcopal cuando el obispado se traslada definitivamente a Guarda en 1199. En 1244 es cedida por Sancho II a la Orden de los Templarios que se encarga de fortificar el antiguo templo del foro romano, construyendo una torre sobre su podium.
Description
Época romana
De la época altoimperial de ciutas Igaeditanorum se ha documentado el templo y algunas estructuras del foro, unas posibles termas situadas al sur del centro monumental, una vía al oeste (¿Decumanus maximus?) y una necrópolis en la zona septentrional a las afueras del centro urbano junto a la vía Emerita-Bracara.
La muralla se construyó en un momento posterior, entre finales del siglo III y principios del IV, la cual cuenta con 745 metros de perímetro que rodea un espacio intramuros de 5 hectáreas. Su construcción supuso la reducción de la superficie urbana altoimperial, pues su lienzo meridional apoya directamente sobre una domus de los siglos I y II d.C. De este recinto sobresale la Puerta Norte o de Monsanto que, como sucede en los accesos de otras murallas hispanas coetáneas, está flanqueada por dos torres de planta semicircular, hoy en parte reconstruidas.
Época visigoda
No será hasta el siglo VI cuando la ciudad de los igaeditani aparezca por primera vez denominada con el nombre de Egitania. Se trata del concilio de Lugo de 569, presidido por Martín de Dumio, que subscribe el obispo Adorius o Adoricus. Probablemente la creación de esta nueva sede se debiera a la escisión del obispado de Conimbriga, siguiendo las mismas pautas de división del territorio diocesano documentadas en otras zonas de Hispania, para una mejor gestión y administración fiscal de la red episcopal. Se ha cuestionado el momento exacto de creación de la sede episcopal, puesto que algunos autores la relacionaron con el rey suevo Teodomiro, ya desde el I Concilio de Braga de 561, su conversión al catolicismo y con la necesidad de crear nuevos obispados para la administración del territorio existente entre Viseo y Coria.
La evidencia material, por su parte, desvela que el principal referente urbano y sacro de la ciudad en estos momentos fue el grupo episcopal, que se ha localizado intramuros junto al tramo sur de la muralla bajoimperial. Tampoco se descarta la presencia de una ceca visigoda desde el reinado de Recesvinto (649-672), además de haberse encontrado un triente de oro del mismo monarca, pero acuñado en Hispalis, y otro de Rodrigo (710-711) con la leyenda «+ EGIT?NI?PIVS» en el reverso.
La lectura arqueológica del denominado “Paço dos Bispos” es resultado de las investigaciones llevadas a cabo en los últimos años por el proyectos IDAVE, que parte de las hipótesis de F. Almeida, quien creía haber situado en el lugar un edificio o conjunto d edificios pertenecientes a la residencia episcopal tardoantigua del obispado de Egitania. Este conjunto altomedieval se localizaba en el cuadrante occidental de la ciudad a escasa distancia del foro romano levantado en época augustea en la cota más alta del centro urbano. Probablemente se insertaba también al oeste de una antigua vía romana (¿Cardo Maximus?), ocupando al menos una de las insulae de la malla urbana altoimperial.
• Primer establecimiento cristiano:
Las últimas excavaciones llevadas a cabo en Idanha-a-Velha han documentado importantes estructuras que se han propuesto adscribir a un supuesto edificio de culto más antiguo (finales siglo IV- inicios siglo V), precedentes al episcopio, que testimonian la existencia de una comunidad cristiana en estas fechas. Se trata, en concreto, de restos de algunos muros en torno a una pequeña piscina bautismal de planta cuadrada, que se encuentra al norte de la iglesia actual, con un agujero en el centro del suelo de opus signinum donde quizá asentaba una mesa de altar. Durante la transformación y acondicionamiento de este espacio para el grupo episcopal en el siglo VI, este primer conjunto cristiano debió experimentar una significativa remodelación que todavía no se alcanza a comprender en su totalidad. Según la restitución de la trama urbana romana que se propone, el edificio bautismal aludido se establecería imposibilitando la circulación habitual por el principal eje viario de desarrollo norte-sur. Y siguiendo el esquema ya conocido en otros ámbitos bautismales de la Península Ibérica, todos ellos con estructuras bautismales que reflejan la existencia de una significativa variedad en su tipología formal, ubicación y proporción, cabría imaginar que el primer baptisterio de Egitania se encontraría a los pies de una supuesta iglesia aún no constatada. Pero las diversas estructuras halladas al exterior de la fachada norte parecen configurar un espacio tripartito que tiene su correspondencia con la división interna de la iglesia medieval en tres naves, incluso con las estructuras tardoantiguas aparecidas en la fachada sur, que fue amortizado por una ocupación posterior (¿nártex?), que traspasan el muro de la propiedad Marroco, a la que pertenecen las basas de columnas, y otro pavimento de opus signinum en el espacio oriental. Es aquí donde se intuye que estaría la cabecera del primer edificio de culto cristiano.
Como se ha podido comprobar también en otros casos hispanos (Egara, Oretum, ¿Urgellum?), el origen catastral inmediato del conjunto episcopal de Egitania parece estar en la existencia de un edificio de culto con espacio bautismal propio que más de un siglo después es sustituido por un nuevo conjunto eclesiástico relacionado con la sede episcopal. Uno de los aspectos a recalcar en el caso egitano es la transformación monumental del espacio hasta constituir un complejo compacto bien definido y cerrado dentro de la propia ciudad amurallada, y con una organización de la circulación interna a través de múltiples corredores, zonas cubiertas y abiertas.
• Espacio episcopal:
Del episcopio visigodo de Egitania se han documentado, por un lado, una segunda piscina bautismal de planta cruciforme localizada al sur de la Sé-Catedral y, por otro, múltiples estructuras, pertenecientes muy probablemente a edificios distintos, pero que durante su excavación y en la investigación posterior se han interpretado unitariamente como la residencia del obispo. En cuanto a la primera, el depósito rectangular central con una orientación 280º al este dispone de tres peldaños de acceso y salida situados en sus extremos este y oeste, respectivamente, aunque de éstos tan sólo se han conservado dos escalones. No se ha documentado, sin embargo, ni la fons ni una conducción en los muros perimetrales del baptisterio que sirviera para el suministro y evacuación del agua. La tipología de la piscina meridional remite a las dos piscinas bautismales de la iglesia establecida en una antigua villa romana en Torre de Palma (Monforte), pegadas y tendentes también a un modelo cruciforme que se inscribe en un espacio cuadrangular al sur de la iglesia.
Se integran, a su vez, en un complejo bautismal más amplio que cuenta con seis habitaciones. Además, la utilización en Egitania de dos anexos absidados al depósito rectangular es por ahora inexistente en baptisterios de otros contextos urbanos en Hispania, encontrándose sus paralelos más cercanos en ámbito rural. La proyección de esta nueva piscina en la segunda mitad del siglo VI, que se ubica en posición simétrica a la estructura bautismal más antigua, al mismo tiempo que se anexiona a otra importante construcción del conjunto tardoantiguo, supondría razonablemente el cese o al menos una restricción de la función bautismal de aquélla piscina fundacional que, con la ampliación del conjunto eclesiástico con motivo del ascenso de Egitania a sede episcopal, quedaría en una posición apartada del nuevo circuito de distribución de los espacios litúrgicos. La estructura bautismal meridional se enmarca en un amplio espacio cuadrangular que, a partir de los muros documentados, sólo algunos de ellos son hoy parcialmente visibles, formaría parte de un edificio que dispondría de una segunda habitación de menores proporciones localizada al oeste del mencionado espacio cuadrangular.
Las últimas investigaciones deducen la existencia de un acceso lateral localizado en el muro sur, y un recorrido interno a través de otros dos accesos que comunicarían este espacio con el resto de estructuras situadas en la zona meridional del complejo, donde a modo de hipótesis se identificaría una iglesia. De no tratarse ésta de la iglesia episcopal, se supone su ubicación junto al baptisterio citado, es decir, al sur de la actual Sé de Idanha, en posición idéntica a la que sigue el conjunto cristiano de Torre de Palma.
Justo frente al baptisterio, en el sector suroccidental del episcopio, se encuentra la tercera construcción del conjunto tardoantiguo, denominado horrea. Está precedida por un acceso monumental del que se conservan las jambas formadas por machones de sillares de granito que sostienen un arranque de arco y dos columnas adosadas que las flanquean. Esta entrada da paso a una habitación cuadrangular (¿vestíbulo?) a la que se adosa una segunda estancia en su lado meridional, pero con la que no comunica. La principal característica constructiva de esta sala es la presencia de una hilera de pilastrones macizos interiores que la dividen en dos naves paralelas e iguales, seguramente con un sentido fundamentalmente estructural. Se desconoce la funcionalidad de este edificio levantado junto a la iglesia, dado que como el resto del conjunto no ha sido completamente excavado, pero su modelo de ordenamiento espacial permite adscribirlo a la serie de aulas de dos naves que cumplen diversas funciones de residencia, administración y representación, o puede que incluso de almacén, que se enmarcan cronológicamente, o experimentan un proceso de monumentalización, entre la segunda mitad del siglo VI e inicios del siglo VII, y que vemos en varios conjuntos eclesiásticos y civiles de época tardoantigua en la Península Ibérica, como en el El Tolmo de Minateda. Nuevas argumentaciones proponen el carácter eminentemente fiscal de la ciudad de época visigoda como centro destinado al almacenaje y administración del grano, poniendo dicha edificación en relación a las últimas fases de ocupación de ciertas villae hispanas, donde han aparecido horrea asociados a un edificio de culto, como parece en ser el caso de la iglesia de nave única con piscina bautismal cruciforme (siglos VI-VII), situada en la villa de El Saucedo (Talavera la Nueva, Toledo).
Como en la mayoría de los casos hispanos señalados anteriormente, el edificio de dos naves de Egitania se dispone de manera perpendicular a otra construcción, que se identifica si no con la iglesia episcopal, con otro edificio de culto (¿capilla?, ¿memoria?), a la cual se adosa y con la que quizás comunica desde su costado septentrional. Aunque este nuevo edificio conserva el arranque de al menos tres arcos de herradura en su sector occidental (cegados en un momento posterior), se encuentra prácticamente arrasado y enmascarado por ocupaciones más modernas que han dificultado su definición, así como la comprensión estructural de la construcción original. Al costado meridional de la planta principal se adosan como cuerpos salientes dos cámaras cuadrangulares que, a partir de otros modelos eclesiásticos peninsulares, se podrían restituir por simetría, a modo de pórticos, en el sector norte del edificio. Del mismo modo, Tampoco ha sido posible constatar la cabecera donde se ubicaría el altar documentado que reaprovecha un cipo romano, por lo que su propuesta como espacio único, recto y exento de la planta basilical es teórica, pero basada en otros paralelos arquitectónicos de épocas visigoda y altomedieval.
Por último, el estado actual de la investigación no permite avanzar más en la interpretación del edificio sobre el que probablemente se erigiría la iglesia de Santa María del siglo IX. Se trata de un aula basilical dividida en tres naves transversales al ábside por arquerías sobre columnas que originan siete tramos, que emplea sillería y material reutilizado de época romana, como son las basas convertidas en capitales. En el siglo XIII la iglesia es transformada y también más tarde, en 1497, cuando se abrió una puerta en su fachada norte. Dada la monumentalización que experimenta el espacio donde se ubicaba el primer baptisterio de la comunidad cristiana local con motivo de la creación del obispado, y los argumentos aludidos en cuanto a la organización espacial del resto de estructuras del grupo episcopal, cabría situar aquí la domus episcopales. En este sentido, en primer lugar, hay que señalar que se conservan varias hiladas de muros y pavimentos de opus signinum que son anteriores a la iglesia medieval, que definen un edificio de grandes proporciones de planta rectangular de la que sobresalen dos alas laterales exentas y retranqueadas que confieren a la fachada un aspecto fortificado. Es decir, la iglesia cimienta sobre el nivel geológico de pizarra y sobre muros de fases anteriores.
En 713, Idania, según los textos, experimenta una nueva transformación urbana, manteniendo su prosperidad económica y militar en los siglos IX y X.
Bibliography
- SÁNCHEZ RAMOS, I.M. y MORÍN DE PABLOS, J., Idanha-a-Velha. Portugal. El Episcopio de Egitania en época tardoantigua, Ed. UDEMA.
- http://www.proyectidave.com/presentacion.html