CUEVA DE LA VIRGEN DE MONTESCLAROS
Thanks:
A nuestro colaborador Javier Pelaz Beci, socio de 4AeS y creador del blog Pre-románico: cántabro-astur, que nos ha proporcionado la información y las fotografías que se utilizan es esta ficha.
Previous notes
- Fue declarada Bien de Interés Cultural en 2004.+
- A raíz de las excavaciones realizadas en el subsuelo del Santuario, en 1966, se descubrió una cripta prerrománica sobre la cueva.
Historic environment
Sobre un altozano entre el pico Solaloma y el río Ebro, se erige el
Santuario Real de Montesclaros, lugar de referencia secular mariana de los
municipios de la comarca cántabra de Campoo-Los Valles.
De todos es sabido que Valderredible y sus municipios limítrofes
albergan un buen número de construcciones rupestres de carácter religioso, cuya
datación se remonta al periodo de la Alta Edad Media.
La génesis de esas oquedades para uso litúrgico y su extensa profusión
por la zona más meridional de la región cántabra tiene una explicación
litológica. La composición del terreno, por donde discurre el río Ebro, es
viable para ese tipo de construcciones tan peculiares.
El soporte de las iglesias rupestres está constituido por rocas de
carácter blando, hasta el punto que -con simples herramientas- la excavación no
entraña ninguna dificultad. Algunos roquedales son de areniscas granudas y
otros de tobas calcáreas, siendo en ambos casos fácil su excavación.
Description
Como bien señala el profesor, Bohigas Roldán, ‘la historia
de santuario está mal estudiada’ y, si, además, añadimos que los escasos
documentos con que se contaba desparecieron en un incendio, las especulaciones
sobre su origen son variopintas.
Se cuenta que un noble escondió en la citada cueva una imagen de la
Virgen traída desde Toledo tras la derrota de la batalla de Alarcos para que no
cayera en manos de los agarenos. Transcurría el año 1195.
Durante un largo periodo de tiempo no se supo más de ella, hasta que un
día un pastor -aquí comienza la leyenda- siguiendo al toro que se
ausentaba cada día de la manada adentrándose en una zona boscosa. Lo encontró
postrado ante la cueva. Descubierta la imagen fue llevada a la cercana iglesia
de Los Carabeos, pero desaparecía y volvía a aparecer de nuevo en la cueva,
tantas veces como ocurriese el forzado traslado. Los vecinos entendieron el
mensaje y construyeron para albergarla un edificio sobre la gruta mariana.
La cavidad de la denominada Cueva de la Virgen es muy reducida, no así
la galería para acceder a ella. ‘La existencia de señales de picado en la cueva
similares a los conocidos en otras iglesias y eremitorios de la comarca,
tampoco permite excluir un inicio de uso religioso del lugar, en fechas
correspondientes a la Alta Edad Media (Bohigas Roldán)’.
A raíz de las excavaciones realizadas en el subsuelo del Santuario, en
1966, se descubrió una cripta prerrománica sobre la cueva. De planta
rectangular -de 3,5 metros de ancho por 3 de largo- con un altar de piedra
ornado con una talla de sogueado de clara influencia asturiana (periodo
ramirense) y en cuyo antipendio figuran símbolos de tradición celta. Una
saetera abocinada ilumina la estancia de la capilla. Su datación estaría en
torno a los siglos X y XI. Con ello se demuestra que el referido habitáculo
religioso es anterior a la traída de las reliquias de santa Casilda (cabellos), san
Alejandro Mártir (un hueso) y san Lorenzo (una
muela) por que fueran depositadas en el nuevo edificio ya de estilo románico.
Al fondo, frente al altar, en una concavidad del recinto separado por
una arco apuntado que cierra una verja, se hayan depositados dos sarcófagos de
caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén.. En uno de los cuales figura
una inscripción que dice así: Martín Fernández, señor de Los Carabeos,
enterrado (1385.) Martín González (refieriéndose al del compañero).
Bibliography
Bohigas Roldán, Ramón, Las iglesias Valderredible. Cuadernos de Campo. Nº 2, Marzo 1997.
Monreal Jimeno, L.A., Eremitorios rupestres altomedievales del Valle del Ebro, 1989. Universidad de
Deusto. Bilbao.
García Guinea, M.A., El Románico en Santander, 1979. Eds. De la Librería Estudio.