Índice de fichas de monumentos románicos

La iglesia parroquial de Alastúey data del  siglo XII avanzado, con modificaciones del XVII o XVIII. El ábside semicircular está realizado en buena sillería, y posee un cordón de ajedrezado jaqués poco por debajo del tejado. Adosada al lado sur de la nave posee una esbelta torre.

Iglesia con la estructura clásica de la zona, de nave rectangular más un ábside semicircular sin decoración exterior y con el tejado sobre canecillos. Pero en este caso, tanto la nave como la cabecera están cubiertas por bóvedas apuntadas, cuya construcción fue posiblemente lo que generó un comienzo de ruina de la iglesia, ya que se abrieron varias grietas en el costado sur, que obligaron a construir varios contrafuertes.

De la tardía parroquia de Albalate dedicada al culto de San Martín no queda más que la portada oeste de la misma, fechable en el siglo XIII. Se compone de cinco arquivoltas con fina decoración en su borde libre, que apean por medio de una moldura corrida en zig-zag en impostas al interior y capiteles de somera decoración a base de palmetas punteadas. Nada al interior del templo evoca su origen románico tardío.

Situado en un lugar de importancia en la ruta Jacobea, es un templo orientado edificado con sillares de toscamente labrados, de nave única de tres tamos, ábside semicilíndrico cubierto por bóveda de cuarto de esfera y una gran torre campanario en el lado sur. Posteriormente se añadieron varias capillas laterales, se recreció la torre, se cubrió la nave con bóvedas de crucería estrellada y se amplió añadiendo un coro alto, horadando los muros norte y sur con dos vanos en cada lado.

Con una estructura original típicamente serrablesa, costa de una nave rectangular y un ábside semicircular, cubierto por bóveda de horno, sin baquetones ni otra decoración exterior pero con canecillos típicamente románicos sustentando el tejado. Posteriormente la nave fue modificada, incluyendo un coro a sus pies entre otros cambios, y se añadieron una torre y un pórtico adosados al muro sur.

Aunque también se trata de una iglesia de nave rectangular, con techumbre plana, y ábside semicircular cubierto por bóveda de horno, en este caso su decoración es de arquería claramente lombarda en la que se han sustituido las lesenas por columnas exentas con capiteles de tipo románico jaqués. En la nave se encuentran, mezcladas con decoración románica, algunas impostas prerrománicas reutilizadas.

Consta de una nave rectangular más un ábside semicircular sin decoración exterior y con el tejado sobre canecillos. También en este caso, tanto la nave como la cabecera están cubiertas por bóvedas apuntadas, aunque por su estructura exterior, con ménsulas lisas y puerta de entrada con arquivoltas y decoración románica primitiva, se podría pensar que ambos cierres pudieron ser bastante posteriores al resto de la iglesia.

Iglesia formada originalmente por una nave rectangular y un ábside semicircular sin ninguna decoración exterior, cubierto por bóveda de horno y con tejado sobre ménsulas, al que posteriormente se han añadido otras construcciones, entre ellas un pórtico de acceso en el muro occidental, en el que se ha abierto una nueva puerta y una capilla lateral que soporta una torre de gran volumen.

La iglesia, único elemento que ha sobrevivido del monasterio, se inició en el año 1082, durante el reinado de Sancho Ramírez de Aragón. Esta construcción fue resultado de la reforma de la antigua abadía visigótica devastada a consecuencia de la expedición contra Pamplona de Almanzor (999). Se trata de una construcción de grandes dimensiones, de planta cruciforme y con un único ábside semicircular.

El monasterio de San Pedro el Viejo fue donado a la orden de los benedictinos, los cuales quisieron renovarlo y convertirlo en un centro acorde a los cánones estéticos de la época, situando el comienzo de la construcción en el año 1117. La iglesia tiene planta basilical de tres naves rematadas en sendos ábsides de tambor. En el crucero, por delante del altar mayor, se sitúa un cimborrio de crucería tardorrománica, datado en el siglo XIII, así como la torre, adosada al primer tramo norte de la nave.

Templo del siglo XII, aunque la cubierta de la nave es posterior, formado originalmente por una nave y la cabecera que consta de presbiterio y cilindro absidal con arco de acceso de medio puntocubierto con cuarto de esfera, al que en siglos posteriores se añadieron, entre otros, una capilla lateral, una torre al sur de la nave y otra capilla a norte, modificando sensiblemente su aspecto exterior. Es interesante destacar que debajo de la pintura azul bóveda de la bóveda del ábside aparecen trozos de un pantócrator que parece conservarse bajo esa pintura.

Iglesia reedificada en el siglo XIII en un lugar donde ya existían un castillo y una iglesia anterior de finales del XI o principios del XII, de la que se conservó su estructura de una nave cubierta por bóveda de medio cañón sobre arcos fajones, con contrafuertes en los costados, presbiterio y ábside semicircular cubierto por cuarto de esfera y exterior de cinco paños, con ventanas en los tres centrales y arquillos de tipo lombardo y decoración de ajedrezado jaqués en la parte superior. Muy interesantes los capiteles del interior del ábside, reutilizados, y el coro mozárabe con pinturas del siglo XIV.

Iglesia formada por un ábside y una primera parte de la nave o presbiterio del siglo XII y una nave rectangular más ancha, de construcción posterior posiblemente del siglo XIV, que se encuentra en ruinas en una zona abandonada ante el proyecto de construcción de un pantano sobre ella. En el ábide había unas interesantes pinturas con un Cristo en Majestad, un Tetramorfos y los apóstoles San Pedro y San Pablo, que fueron pasadas a lienzo en 1947 y restauradas. Se conservan en el Museo de Arte Diocesano de Barbastro.

Iglesia de una nave rectangular con cobertura plana y un ábside semicircular cubierto por bóveda de horno, sin decoración exterior y con el tejado sobre canecillos. Destruida, como tantas otras manifestaciones artísticas españolas, durante la guerra civil, ha sido reconstruida, conservándose únicamente el ábside de su estado original, siendo el resto de nueva construcción.

Iglesia de una sola nave de tres tramos  delimitados por arcos fajones apuntados sobre pilastras adosadas al muro y sobre ellas semicolumnas, con sendas capillas laterales abiertas en el primero de ellos y rematada por un ábside de tambor que produce un aspecto falsamente trebolado,  caso único en Aragón. El edificio sufrió posteriormente diversas transformaciones.

Se trata de una torre-ermita situada dentro de los restos de un castillo de la época de la reconquista de la zona. Está formada por un ábside semicircular liso, cubierto por bóveda de horno y una nave rectangular, más corta de lo habitual en estas iglesias, que acaba en un alto muro de tipo defensivo en el lado occidental. Parece que encima de la capilla existían otras dependencias, posiblemente también de tipo defensivo.

Iglesia formada por una nave rectangular y un ábside semicircular sin ninguna decoración exterior, cubierto por bóveda de horno y con tejado sobre ménsulas. En época posterior se incrementó su altura por encima de la línea de ménsulas, tanto en la nave, que en ese momento se debió cubrir con la bóveda apuntada actual y se le añadió una espadaña sobre el muro occidental y contrafuertes.

Iglesia que constaba de una nave rectangular con cobertura plana, un ábside semicircular cubierto por bóveda de horno sin decoración exterior, aunque en la base existe el inicio de lesenas de tipo serrablés, y con el tejado sobre ménsulas. Posteriormente se añadió una torre y otra nave en el costado sur, sustituyendo el muro original por una arquería de medio punto sobre pilares circulares.

Consta de una nave rectangular más un ábside semicircular sin decoración exterior y con una cornisa decorada bajo el tejado sobre canecillos también decorados. Tanto la nave como la cabecera están cubiertas por bóvedas apuntadas, aunque también en este caso, por su interesante decoración de tipo jaquense, ambas coberturas podrían ser posteriores a la iglesia.

Iglesia que se encontraba semienterrada en un paraje abandonado hace tiempo. Constaba de una nave rectangular, reconstruida en época posterior y un y ábside semicircular cubierto por bóveda de horno, actualmente desaparecida en parte. En el ábside existe una ventana enmarcada por un doble arco sobre capiteles y columnas sobre basas, todo ello decorado al estilo jaqués. Ha sido restaurada recientemente, procurando destacar los elementos originales.