Turismo Prerrománico: Índice general de monumentos

Aunque fue consagrada en el año 921, por sus características se considera del periodo de Alfonso III. De planta basilical, con tres naves de tres tramos separados por arcos de medio punto de ladrillo sobre pilares cuadrados, con cabecera tripartita plana, algo mayor la capilla central, que tiene arquería ciega sobre columnas con capiteles corintios y restos de pinturas.

Situada en el camino primitivo de Santiago de Compostela y en un entorno pleno de construcciones históricas abandonadas, como las casas-torre de Arriba y de Abaixo, varios pazos y donde se cuenta que los peregrinos tenían hasta siete refugios, la iglesia de San Salvador, de la que se desconoce su origen aunque esté documentada desde el año 897, y que sabemos que existió en época visigoda, como se comprueba en varias inscripciones encontradas en su pavimento de pizarra, que fue modificada en estilo mozárabe, como demuestra la ventana que se conservó en la última reconstrucción deI año 1619, en la que  se conservó su planta formada por nave, presbiterio y ábside rectangular.

Descubierta hace pocos años y recientemente excavada, se trata de una iglesia formada por una única nave y un ábside de planta en forma de herradura, separados por un arco toral también en herradura, orientado de forma atípica hacia el sudeste. Está situada a poco más de 1km de Santo Tomás de las Ollas, de la misma época y con una estructura semejante.

Construida por Alfonso III para su retiro, fue consagrada en 893. De planta basilical, con tres naves, cubiertas por bóveda de cañón, de cuatro tramos separados por arcos de medio punto sobre pilares cuadrados, con cabecera tripartita plana, algo mayor la capilla central, una tribuna sobre el vestíbulo y pórtico lateral. Ventanas con alfiz y restos de pinturas en el interior. Es uno de los edificios más interesantes del prerrománico español.

Inicialmente fue monasterio femenino construido a mediados del S. XII y donado en 1184 a la Orden de Santiago. Con una construcción de calidad a base de pilares bien labrados, es un templo de una nave con crucero al que se abren tres ábsides, con una interesante portada en el muro occidental y dos puertas a los lados del crucero. En el interior, mientras la nave está cubierta por techumbre de madera, los brazos del transepto disponen de bóvedas de medio cañón y los ábsides están cubiertos por cuartos de esfera.

La iglesia de San Salvador, en Segovia, data del siglo XII.  Su exterior refleja las muchas intervenciones sufridas a lo largo de su historia, conservando únicamente de estilo románico parte de un elegante atrio y la torre. Tuvo dos galerías porticadas, una al poniente y otra al sur, que fueron tapiadas para dar amplitud al tempo. La meridional conserva cinco arcos de medio punto que descansan sobre columnas pareadas rematadas por capiteles decorados.

Del primitivo origen románico de la Iglesia de San Sebastián en Segovia, del siglo XII, conserva los elementos más atractivos, el ábside semicircular unido al presbiterio y al primer cuerpo de la torre, la portada principal y el arranque de lo que al parecer fue una galería porticada en la fachada sur.

De dos naves y dos ábsides, con los característicos arcos murales y friso de baquetones. Posiblemente la segunda nave y el segundo ábside fueran añadidos posteriormente. Tenía una sólida torre, de planta cuadrada y tejado a cuatro vertientes adosada a la fachada S., cerca del atrio, con bóveda semicircular, que daba acceso a la iglesia, a través de una puerta con arco de medio punto.

De origen posiblemente visigodo y fundada según la tradición por San Úrbez, eremita nacido en el año 702 en Burdeos, vivió 50 años en Nocito. Su planta original es de forma de cruz latina con tres ábsides semicirculares en su interior y rectangulares en el exterior, uno en la cabecera y los otros dos en el muro este del crucero.

La iglesia de Sant Vicenç de Cardona aparece ya documentada en 980. Sin embargo, fue ampliada y remodelada hacia 1019 dándole el aspecto actual. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner catalogó esta iglesia como uno de los primeros ejemplos del románico en Cataluña. Desde entonces, la iglesia es conocida internacionalmente al ser considerada como prototipo del románico más puro por la sencillez y perfección de sus líneas. La iglesia posee planta basilical, bóveda de cañón y tres ábsides semicirculares.

Situada en una zona en la que ha habido asentamientos humanos desde la prehistoria y próxima al Castro de Elviña, esta iglesia románica, que fue incendiada – una más – en 1933 y restaurada en 1942, construida a finales del siglo XII y principios del XIII, consta de una nave rectangular y un ábside de testero plano separados por un arco triunfal de medio punto peraltado y doblado, sobre columnas con capiteles decorados. Tiene tres puertas, la principal en la fachada occidental de tres arquivoltas y las otras dos en los laterales, con la norte tapiada. A destacar el magnífico cruceiro que hay en el acceso al templo.

Situada sobre una loma rocosa y construida a base de muros de gran grosor, consta de una cabecera mozárabe de la segunda mitad del siglo X con un ábside trapezoidal al que se accede por medio de un magnífico arco triunfal de herradura pronunciada y una nave de construcción posterior, abovedada con tres arcos fajones sobre pilastras que sobresalen de los muros. Es muy interesante el ara del altar, con inscripciones en un costado.

Edificio de una sola nave, con un ábside cuadrado de menor anchura, que fue posteriormente sustituido por el actual. Sorprende por sus altas ventanas gemelas, con arcos de herradura sobre impostas, y no menos sorprendentes son unos capiteles que se conservan en su interior, de talla a bisel muy encuadrable en la escultura visigoda, pero que también incluyen unas cabezas de mucho mayor relieve. Posiblemente fue un edificio civil, convertido después en iglesia.

La iglesia de San Vital de Rávena es uno de los templos más importantes del arte bizantino, y como otros de la misma ciudad se reformó por deseo expreso del emperador Justiniano a partir de construcciones anteriores, con el objeto de acelerar la integración de los territorios conquistados al imperio bizantino.

Construida a lo largo de más de un siglo por los caballeros sanjuanistas sobre un palacio que les donó Alfonso I “El Batallador”, nos encontramos ante un magnífico templo románico de tres naves con tres ábsides cilíndricos y con una magna portada situada, algo poco habitual, en el extremo sur del crucero. Ofrece tanto interior como exteriormente una magnífica decoración escultórica.

La iglesia de Sant Jaume de Frontanyà es un magnífico edificio de una nave, cubierta con vuelta de cañón, reforzada por un arco toral, rematada a levante por un transepto en el cual se abren tres ábsides, precedidos de cortos tramos, los cuales establecen la degradación y abertura absidial. El edificio actual se edificó entorno al año 1070 como sede de una pequeña comunidad de monjes agustinianos regida por un prior, bien documentada desde mediados del siglo XII.

Sabemos que en el lugar había una comunidad religiosa a finales del siglo X. El edificio actual fue consagrado en 1064 y fue habitado por monjes benedictinos hasta el S. XVII. Fue destruido por las tropas francesas en 1809 y reconstruido a principios del XX. Del monasterio sólo se conserva la iglesia, de planta basilical, con tres naves y transepto con un cimborrio de planta octogonal sobre arcos formeros, el pórtico en el costado sur y un campanario de muy poca altura, quizá inacabado.

Consagrada el 20 de diciembre del año 946, es una construcción sencilla de una única nave rectangular y una cabecera trapezoidal orientada al este. La nave está cubierta con bóveda de cañón y dividida en dos tramos prácticamente iguales por un arco toral de medio punto.

Iglesia del monasterio benedictino consagrada en 1066, de planta basilical con un corto transepto que se destaca en los muros laterales y una cabecera con tres ábsides. Mientras la nave central estaba cubierta por boveda de cañón de cuatro tramos sobre arcos torales, que en los tres primeros ha sido sustituida por una bóveda apuntada, las laterales son de medio cañon. A destacar su interesante campanario lombardo de gran tamaño y la serie de capiteles que decoran su interior y de otros que podrían proceder del desaparecido claustro.

Monasterio construido a mediados del siglo XI, del que sólo queda la iglesia, de una nave cubierta con bóveda de cañón de tres tramos separados por arcos formeros, con transepto de la misma anchura que da acceso a tres ábsides semicirculares cubiertos por bóvedas de esfera y comunicados entre sí. Sobre el crucero hay un cimborrio cubierto por bóveda de semicúpula sobre trompas, que soporta un bello campanario de dos pisos con ventanas.