Índice de fichas de monumentos medievales

El Breviari d’ amor es un larguísimo poema enciclopédico de 34.597 versos que tuvo, tanto en Languedoc como en Cataluña, un gran éxito. Prueba de ello, es que se han conservado 24 copias. Compuesto en occitano, entre 1288 y 1292 en la ciudad francesa de Béziers, por Matfre Ermengaud, franciscano que trató de ofrecer a sus paisanos una ambiciosa enciclopedia de la fe, la moral y la ciencia de su tiempo, en la que su eje central es el amor, por lo que también incluye el debate cortés sobre la naturaleza de la “fin’amor”, Aquí vemos las Ilustraciones del ejemplar ‘D’ de la BnF, escrito en Cataluña en el siglo XIV, sus ilustraciones, como su escritura, son muy ingenuas, lo que aumenta su encanto.

Creado en el primer tercio del siglo XIV para Jeanne de Belleville, por Jean Pucelle, uno de los mejores miniaturistas franceses en esa época, se compone de dos volúmenes que se conservan en la Biblioteca Nacional de Francia, que corresponden, uno a los meses de invierno y el otro a los del verano, mientras se considera que existían otros para las otras dos estaciones, que se han perdido. Este manuscrito gótico, que se compone de dos tomos de 446 y 430 folios destaca por su estilo elegante, sus colores refinados y templados por el magnífico tratamiento de sus márgenes y por su bestiario, pleno de encanto e imaginación.

Se trata de una iglesia martirial formada por dos naves rectangulares superpuestas, la inferior corresponde a la construcción original y está cubierta por una bóveda de cañón. La superior constaba de una nave más un ábside, aunque la nave fue modificada en el S. XII. Es un antecedente muy claro de la estructura de
Santa María del Naranco.

Más de cuatrocientas canciones monódicas escritas en la corte de Rey de Castilla Alfonso X el Sabio (1221-1284) dedicadas a la Virgen María. Son obra de numerosos trovadores, entre los que se incluye el propio monarca. Estas cantigas, escritas en gallego-portugués, dibujan sus raíces en el folclore hispano y europeo, pero algunas de ellas son creaciones originales. Incluyen las historias de milagros atribuidos a la Virgen ante la oración de los fieles. A menudo sentimos la influencia marítima en la mentalidad y las preocupaciones de las gentes de estas provincias atlánticas. Muy interesante el gran número de imágenes de músicos tocando sus instrumentos.

La capilla de Marcús  debe su fundación y su nombre al banquero Bernat Marcùs, a pesar de que fue dedicada desde su inicio en 1150, a la Virgen de la Guía (Mare de Déu de la Guia) debido a su situación en una encrucijada de caminos fuera de las murallas de Barcelona. Su función era cementerial pero más tarde pasó a ser parte de un hospital para viajeros. Posee una nave única, bóveda de cañón y un campanario de espadaña de época posterior.

La capilla de Sancti Spiritus en Roncesvalles, también conocida como Silo de Carlomagno por suponerse que su origen se debe al enterramiento de combatientes francos caídos en la batalla de 778, fue construida en el siglo XII. La capilla se asienta, pues, sobre el pozo que servía de osario, reforzado con muros de mampostería y bóveda de medio cañón del mismo material. La capilla es de planta cuadrada y bóveda sencilla de crucería simple.

Su origen se remonta a los siglos IX y X, por una donación del rey Ordoño al obispado de Britonia, de la que se conserva la cabecera rectangular formada por ábside y presbiterio y los restos de una nave, también rectangular, de forma que el acceso actual es una puerta adintelada en lo que era el arco triunfal, y bajo el terreno se conserva la huella del resto de la estructura de tres naves crucero y un nártex. Pensamos que sería muy interesante un estudio en profundidad de esta iglesia para conocer su origen.

Situada en lo que hoy es un barrio de La Coruña, encontramos esta pequeña ermita, considerada del siglo XII, aunque algunas características como su construcción en magnífica sillería o los modillones, que pueden estar inspirados en los originales,  hacen pensar en una datación anterior. Actualmente es una iglesia cruciforme en la que de lo que parece ser su construcción inicial conserva un ábside de testero plano y parte de su única nave, separados por un arco doblado ¿de herradura? sobre columnas y capiteles mientras las capillas laterales fueron construidas en el siglo XVII, momento e que también se alargó la nave y se añadió una espadaña. Un estudio en profundidad de esta capilla podría darnos sorpresas muy interesantes.

Muy próxima al Monasterio de Samos encontramos esta pequeña capilla adosada a un ciprés milenario que consta de nave y un ábside rectangular separados por un arco de acceso de herradura. Como es habitual en las iglesias mozárabes la puerta, también de herradura,  está situada en el costado sur. Un banco de piedra recorre el interior de la nave, que está cubierta por tejado plano a dos aguas. La ermita está iluminada por varias ventanas, posiblemente no todas de la misma época, algunas en arco de herradura, siendo doble la del testero.

El origen de la Carthago Spartaria bizantina se encuentra en el año 552, cuando el noble visigodo Atanagildo pide ayuda militar a los bizantinos, que con Justiniano en el poder se habían expandido por parte de Italia y el norte de África, para enfrentarse al rey Agila. Con la victoria y posterior coronación de Atanagildo, estos bizantinos reciben como recompensa una serie de territorios al sur de la Península Ibérica, un territorio costero desde Malaca (actual Málaga) y Cartago Nova (Cartagena). La capital se establece en Cartago Nova, que cambia su nombre al de Cartago Spartaria. Durante esos 61 años, la ciudad recuperó su carácter latino, con la restauración de edificios públicos y palacios, el restablecimiento de costumbres romanas y la religión siguió siendo la católica aunque con ritos bizantinos.

Situado sobre parte del teatro, es un edificio de dos naves separadas por un muro, que comunican entre sí por una puerta lateral, y dos ábsides de la misma anchura que las naves. Conserva parte del pavimento con dibujos geométricos y de las pinturas de los muros con temas paganos. Parece que posteriormente fue convertido en dos iglesias adosadas.

Ocupando una enriscada loma en el extremo más septentrional de la Sierra de Gibralmora (Pizarra), una suerte de “Bobastro en pequeño” en el que se puede apreciar una disposición de las estructuras que lo forman y una topografía muy similar a las Mesas de Villaverde. Es muy posible que el poblado estuviera ocupado ininterrumpidamente desde el siglo VII hasta el IX, durante la revuelta de ʻUmar ibn Ḥafṣūn. El nombre que recibió este enclave, verdadera puerta de Bobastro, era el de Santa María.

Su construcción se puede poner en relación con la expansión que emprende el Reino de Asturias a mediados del siglo VIII hacia las tierras vecinas, tal como recogen las crónicas de Alfonso III. Desempeñó un papel de gran relevancia en la defensa, control y consolidación de los territorios cristianos, en los comienzos de su expansión.

El lugar fue enclave de fortaleza musulmana denominada Abinyuyas de donde deriva su nombre actual y fue tomada por Sancho III el Mayor. Se acepta como fecha de la reconstrucción de la torre el 1023, obra de maestros lombardos, para atacar la cuenca del Isábena. La edificación del recinto y capilla del castillo es posterior, obra de maestros locales.

Castillo árabe en una zona en la que hay vestigios de construcciones iberas y romanas, conquistado en 1184 por Alfonso VIII, que preparó desde allí en 1211 la batalla de las Navas de Tolosa. Se trata de una gran fortaleza construida en mampostería con sillares en las esquinas sobre un alto promontorio, que está formada por tres recintos defensivos, con una gran torre del homenaje, de forma rectangular, dos construcciones de gran volumen y otras dos torres que defienden la puerta de acceso. En la actualidad es un Parador Nacional.

Atalaya construida en el siglo XII, que en el XIII Sancho IV convirtió en castillo. Destruido en tiempos de Enrique IV, Gutierre Alvarez de Toledo lo reconstruyó a mediados del XV como castillo-palacio renacentista, arrasado por las tropas francesas en 1812, del que sólo queda la torre del homenaje y las ruinas excavadas del resto del castillo, que presentan una forma rectangular con un patio central rodeado de una doble galería. En su interior se puede ver un museo y varias salas con material de interés.

Castillo estilo islámico formado por un torreón pentagonal y dos torrecillas de planta circular en los ángulos rectos, con tres alturas en su interior y una muralla exterior de la que solo quedan restos. Fue construido por los almohades a finales del siglo XII y conquistado por Alfonso VIII. Su aspecto actual es el de la renovación del siglo XV, en la que se construyó su gran torre del homenaje, destruida en las guerras del Marquesado y Carlista, y restaurada en un largo proceso de reconstrucción entre 1964 y 1985.

Castillo roquero de origen árabe situado en posición estratégica junto al río Tajo en una zona donde se han encontrado restos romanos y visigodos, que fue conquistado de forma definitiva a los árabes a finales del siglo XI. Mencionado en un documento del siglo XIII, el castillo actual fue construido en el siglo XV por Ramírez de Guzmán, Maestre de Calatrava, que lo desmanteló poco después al tener que abandonarlo. Sobre sus restos en 1998 se creó una zona de recreo, para lo que ser reconstruyeron algunas torres y almenas, sin relación con su forma original.