Índice de fichas de monumentos medievales

De planta basilical de tres naves pero de puro estilo ramirense, muy distinta a las del periodo anterior. Sólo queda la tercera parte ya que el resto se hundió en la Edad Media por un desprendimiento de tierra. Totalmente abovedada con un sistema muy complejo. Las naves están separadas por columnas, conserva una tribuna sobre el pórtico y una rica decoración.

Alfonso I de Aragón conquistó la taifa de Zaragoza entre los años 1118 y 1120 y ya en el fuero de Calatayud de 1131, cita ya la iglesia parroquial de Llumes.  Ésta debió construirse en la segunda mitad del siglo XII o en los primeros años del XIII de acuerdo a planta de una sola nave, con ábside semicircular al interior y al exterior, totalmente abovedado. Tiene escultura monumental en la portada y en el arco de triunfo.

Aunque también se trata de una iglesia de nave rectangular, con techumbre plana, y ábside semicircular cubierto por bóveda de horno, en este caso su decoración es de arquería claramente lombarda en la que se han sustituido las lesenas por columnas exentas con capiteles de tipo románico jaqués. En la nave se encuentran, mezcladas con decoración románica, algunas impostas prerrománicas reutilizadas.

Conjunto eremítico formado por una iglesia construida a dos alturas, un baptisterio rupestre y varias celdas artificiales. La planta principal es de planta basilical, de tres naves muy cortas y de gran altura, con tres ábsides, mientras que en la superior existe una tribuna desde la que se domina toda la iglesia. Ambas tiene acceso desde el costado occidental del promontorio.

La iglesia de San Miguel Arcángel de Romanillos de Medinaceli se sitúa en lo alto de un afloramiento rocoso, lo que obligó a la edificación de una bella escalinata que le da un signo de distinción. Existe una serie de tumbas antropomorfas, posiblemente de época visigoda, situadas en el muro sur del templo y otras ocultas bajo el mismo. De la época románica tan sólo queda la nave, ya que tanto su cabecera y como su torre fueron remodeladas en el siglo XVII.

Es el tercer edificio del conjunto episcopal de Tarrasa, situado entre Santa María y San Pedro. Magníficamente conservado, su planta tiene forma de cruz griega inscrita en un cuadro de la que sobresale en el costado este un ábside con forma exterior poligonal y de herradura en su interior. Considerada como el baptisterio del conjunto, se le añadió una pila bautismal en su restauración.

La iglesia de San Miguel de Tenzuela es el típico templo rural de una sola nave, con galería porticada en el muro meridional, pero tanto el pórtico como el ábside sufrieron importantes reformas en el siglo XVIII. Su portada es uno de los mejores ejemplares del románico rural segoviano dada la exuberante y delicada ornamentación.

Protegiendo un cenobio rupestre del siglo VI se encuentra esta iglesia monacal, formada por dos naves, algo único en España, dos ábsides y un pórtico adosados a la montaña. Debido a diversos avatares encontramos en ella restos visigodos, mozárabes y protorrománicos. Este monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad, fue sede de un importante escriptorium, origen de los primeros escritos en los que se utilizó el castellano, en el siglo X.

La iglesia de San Millán es la más monumental de Segovia. Situada en la zona medieval, su construcción fue iniciada hacia 1111 bajo el reinado de doña Urraca y Alfonso I “El Batallador”. Debido al origen aragonés de éste, el templo muestra claras influencias de Jaca. Posee tres naves rematadas por tres ábsides, conservando la torre del edificio anterior adosada al lado norte del transepto. Con posterioridad se le añadieron sendas galerías porticadas a sus costados meridional y septentrional.

Consta de una nave rectangular más un ábside semicircular sin decoración exterior y con el tejado sobre canecillos. También en este caso, tanto la nave como la cabecera están cubiertas por bóvedas apuntadas, aunque por su estructura exterior, con ménsulas lisas y puerta de entrada con arquivoltas y decoración románica primitiva, se podría pensar que ambos cierres pudieron ser bastante posteriores al resto de la iglesia.

La Iglesia de San Nicolás, en Segovia, ha sufrido múltiples reformas desde sus orígenes, en el siglo XII. La iglesia, hoy sin culto, albergaba una sola nave de reducidas dimensiones que, con el tiempo, fue totalmente transformada; techumbre de madera; un pequeño presbiterio; un pulido ábside semicircular, y una proporcionada torre que acoge una capilla y tiene adosado otro ábside, este de mampostería.

La iglesia de San Pablo del Campo formaba parte de un conjunto monacal construido a extramuros de la ciudad de Barcelona. La utilización de dos capiteles visigóticos en la portada ha hecho pensar que su fundación primigenia fuera antes de la invasión musulmana del siglo X. En cualquier caso, la fundación de la que tenemos constancia es la de 1117, cuando fue reconstruido por Geribert y su esposa Rotlanda. Del conjunto conservamos la iglesia, de una sola nave, planta de cruz latina, crucero y tres ábside, y el claustro.

Constantino I creó, en el lugar donde se había enterrado a Pablo de Tarso, una pequeña basílica, consagrada por el Papa Silvestre I en el año 324: con el tiempo, el edificio resultó inadecuado para la multitud de peregrinos y fue reconstruido durante el siglo IV. Se trata de una basílica con planta de cruz latina, dividida en cinco naves separadas por cuatro hileras de 20 columnas, con paredes y suelos de mármol policromado, ábside semicircular y nave de crucero, separada de la nave central por un gran arco. Toda la iglesia tiene una magnífica decoración de mosaicos.

Esta original iglesia de finales del siglo XII dispone de dos naves gemelas cubiertas por bóveda apuntada, separadas originalmente por tres arcos de medio punto sobre pilastras que soportaban los arcos fajones, actualmente sustituidos por un único arco de medio punto rebajado. Se completaba con dos cabeceras idénticas formadas cada una de ellas por un presbiterio cubierto por bóveda de cañón y un ábside semicircular cubierto por bóveda de horno. La portada, con poca decoración, es de tres arquivoltas apuntadas y está situada en el lado sur. En el S. XVI o el XVII se añadieron la torre campanario, una sacristía y una capilla.

Data esta iglesia del año 1202, y así reza en la inscripción que podemos leer en el interior de su puerta Oeste, aunque ya se tienen referencias de ella en el año 986.  Se cree que construida sobre un edificio visigodo o mozárabe, que consta de de tres naves y un único ábside semicircular, que ofrece una interesante decoración escultórica en la que se han incrustado elementos muy diferentes al resto, posiblemente reutilizados de algún edificio anterior.

Fue el vizconde Arnau Mir de Tost quien, en la segunda mitad del siglo XI, decidió instalar junto a su castillo una abadía. Del castillo quedan pocas evidencias ya que la parte monacal fue creciendo en detrimento de la militar incorporando su cabecera al perímetro de la muralla del recinto. Así, el ábside central es el cubo de la muralla y los lienzos de la misma son los testeros planos al exterior de los ábsides norte y sur. Las pinturas murales se conservan en el MNAC.

Fue en sus orígenes una comunidad familiar y dúplice fundado en el siglo IX o X, que aparece citado en un documento del año 972 y convertido en monasterio benedictino el año 1073. Su estructura, basilical con tres naves separadas por arquerías de medio punto sobre pilares y con cobertura plana, y tres ábsides  rectangulares terminadas en un testero plano, de los que el central es de dos tramos y de mayor tamaño que los laterales, es claramente la de las basílicas prerrománicas asturianas y corresponde a la iglesia del siglo X.

Templo excavado en roca arenisca, en un entorno con otros restos de construcciones y una pequeña necrópolis. Consta de dos naves, la segunda construida posiblemente en el siglo XII, dos ábsides de planta curvada y un nártex al final de la nave principal, algo elevado sobre ella, en el que existen dos tumbas.

Construido en 1081 sobre un monasterio del siglo X, fue sufriendo importantes modificaciones en diferentes momentos a lo largo de ocho siglos hasta su abandono después de la desamortización de Mendizábal, gracias a la que solo nos quedan sus ruinas. Su iglesia, de 40m de longitud, consta de tres naves de cuatro tramos, cubiertas originalmente por techos planos sustituidos posteriormente por bóvedas ojivales, sin transepto y acabadas en tres ábsides semicirculares cubiertos por bóvedas de cuarto de esfera con presbiterios con bóvedas de cañón. El conjunto conserva también los restos de gran parte de las dependencias del monasterio:  la torre de finales del siglo XII, parte del claustro, la sala capitular y parte de decoración escultórica y restos de pinturas románicas repartidos por diversos museos.

Desastrosamente restaurada, de esta iglesia, de planta basilical con un ábside cuadrado, sólo quedan el ábside y la parte inicial de las naves. Se conserva un arco triunfal de herradura, muy modificado en la restauración, sobre columnas con capiteles romanos tardíos e impostas. Conserva un interesante friso de decoración a base de flores de lis, ondas, círculos secantes, racimos, ruedas solares,…