Índice de fichas de monumentos medievales

Iglesia con la estructura clásica de la zona, de nave rectangular más un ábside semicircular sin decoración exterior y con el tejado sobre canecillos. Pero en este caso, tanto la nave como la cabecera están cubiertas por bóvedas apuntadas, cuya construcción fue posiblemente lo que generó un comienzo de ruina de la iglesia, ya que se abrieron varias grietas en el costado sur, que obligaron a construir varios contrafuertes.

Magnífica iglesia románica típica del estilo segoviano de la segunda mitad del S. XII, que consta de una nave con un ábside rectangular que tiene una torre adosada a su costado norte y galería de siete arcos y dos puertas en el costado sur, con una interesante decoración en capiteles, arquivoltas y canecillos. Fue restaurada en la segunda mitad del S. XX gracias al esfuerzo de su entonces párroco D. Pablo Sainz Casado.

De la tardía parroquia de Albalate dedicada al culto de San Martín no queda más que la portada oeste de la misma, fechable en el siglo XIII. Se compone de cinco arquivoltas con fina decoración en su borde libre, que apean por medio de una moldura corrida en zig-zag en impostas al interior y capiteles de somera decoración a base de palmetas punteadas. Nada al interior del templo evoca su origen románico tardío.

La iglesia de San Miguel se encuentra en Almazán, municipio famoso en el cual se fundó la Orden de Calatrava en 1158 y donde se firmó la paz entre castellanos y aragoneses en 1375. La construcción del templo se inicia tras la conquista de la villa por Alfonso I el Batallador en 1128. De esta época tan sólo se conserva la cabecera del templo, el primer tramo de las naves y el cuerpo inferior de su torre.

Construido sobre un monasterio del siglo IX, posiblemente destruido en una razia árabe, se trata de un templo consagrado en 1141, de planta basilical con tres ábsides y naves de cuatro tramos, más ancha la central que las laterales, con una original capilla en el último tramo de la nave central y un nártex de acceso a los pies de la iglesia. La cobertura es de medio cañón en las tres naves y el nártex y de cuarto de esfera en los ábsides.

Muy modificada posteriormente, se trataba de una iglesia de una sola nave, con ábside plano cubierto por bóveda de cañón, que fue ampliado en su lado norte, y con una torre de tipo mozárabe, también muy adulterada. Su estructura exterior recuerda más a las iglesias visigodas, o incluso asturianas que al estilo serrablés, aunque, debido a los cambios que ha sufrido es difícil sacar conclusiones sobre ella.

La iglesia de San Miguel, en Beleña de Sorbe, consta de una única nave con crucero, rematado en ábside poligonal de estilo gótico y galería porticada meridional. Posiblemente, esta galería fuera modificada en el siglo XVI. Pero la parte mejor conservada de su etapa románica es la portada, valioso ejemplar del románico castellano manchego, de la que destaca el mensario esculpido en sus dovelas.

La iglesia de San Miguel en Biota, concluida hacia 1196,  es estilísticamente ejemplar del modelo de la comarca de las Cinco Villas (norte de Zaragoza): nave única rematada en ábside de tambor y segmentada en seis tramos marcados por contrafuertes al exterior y columnas con su fajones al interior. Bóveda apuntada y magnífica decoración de sus dos portadas a cargo del Maestro de Agüero.

La iglesia de San Miguel de Caltojar fue edificada a principios del XIII. El templo consta de tres naves con sus respectivos ábsides semicirculares (los laterales desgraciadamente no han llegado hasta nuestros días) y un gran presbiterio. En el exterior, llama la atención que en planta su nave es prácticamente cuadrada y centrada por los cuatro pilares exentos que la articulan.

Situado en un lugar de importancia en la ruta Jacobea, es un templo orientado edificado con sillares de toscamente labrados, de nave única de tres tamos, ábside semicilíndrico cubierto por bóveda de cuarto de esfera y una gran torre campanario en el lado sur. Posteriormente se añadieron varias capillas laterales, se recreció la torre, se cubrió la nave con bóvedas de crucería estrellada y se amplió añadiendo un coro alto, horadando los muros norte y sur con dos vanos en cada lado.

Edificada hacia el 940 por San Rosendo en memoria de su hermano Froila, este pequeño oratorio de 8’5×3’85x6m. construido en grandes bloques de granito bien cortados, consta de tres diminutas zonas comunicadas mediante arcos de herradura.: un vestíbulo cubierto con bóveda de herradura, una nave central de bóveda de aristas, ambos rectangulares y un ábside con forma de herradura inscrito en un cuadrado con bóveda de cascos.

Templo de una sola nave, con ábside semicircular, precedido por presbiterio, A la construcción original finales del siglo XII se le adosaron posteriormente: una estancia con función de baptisterio, en la que existe una pila con trazas románicas, el cubo de acceso a la espadaña, un pórtico rehecho en el siglo XX y una sacristía en la cara norte del ábside.

Construido a mediados del Siglo XI en románico con decoración exterior lombarda y recientemente restaurado. Tiene planta basilical de tres naves y nave de crucero, todas cubiertas por bóvedas de cañón, con cimborrio cubierto por cúpula semiesférica y tres ábsides semicirculares cubiertos con cuartos de esfera. Conserva algunas pinturas románicas en el crucero, un magnífico Cristo en la Cruz del S. XII y parte de un baldaquino del S. XIII muy interesante.

Fundado en el año 879, este monasterio es el representante más significativo del Arte Mozárabe en Cataluña y, junto a San Pedro de Roda y Santa María de Ripoll, uno de los ejemplos más interesantes de la Alta Edad Media Catalana. En su planta de gran tamaño, es basilical de tres naves separadas por arquerías de herradura, con crucero con absidiolos que sobresale de las naves y ábside cuadrado, encontramos un claro ejemplo de transición al Románico.

La Iglesia de San Miguel de Daroca está construida en su mayor parte en el siglo XIII, aunque su fisonomía ha sufrido transformaciones desde el siglo XV al XVIII. El templo tiene tres naves, con nave de crucero, un largo coro y ábside semicircular, con una portada de cinco arquivoltas, una completa decoración escultórica. De gran interés son las pinturas del siglo XIV que decoran el cilindro absidal.

Templo de una sola nave, con una torre que apoya en dos poderosas pilastras. Ambas dividen la nave en dos tramos. Cada pilastra posee una columna adosada en la que apea un arco de medio punto que sostiene el muro que se eleva hasta el techo para prestar soporte a la bóveda transversal esquifada existente bajo la torre.

Se trata de una pequeña construcción de fines del XII o principios del XIII, canónicamente orientada, de nave rectangular y cabecera plana, algo más baja que la nave y mejor conservada que el resto con su tejado original de losa, así como los canecillos de la cornisa, con la portada en el costado sur, de cuatro arquivoltas decoradas sobre columnas y capiteles, con un crismón en el tímpano. Su interior incluye una nave, de tres tramos separados por semicolumnas que soportan arcos fajones apuntados y la cabecera elveda sobre la nave, de bóveda también apuntada, separada de la nave por un arco triunfal.

Construido por monjes que provenían de Córdoba, es una de las iglesias más interesantes del periodo mozárabe. Consta de tres naves separadas por arcos de herradura sobre columnas y capiteles, con un crucero de la misma anchura que las naves, separado de ellas por una iconostasis también de arcos de herradura sobre columnas, y tres ábsides, de planta en forma de herradura inscrita en un cuadrado, de mayor tamaño el central que los laterales.

Se tienen noticias de la existencia de una parroquia dedicada a San Miguel desde el año 1145. No obstante, los restos más antiguos que se conservan evidencian una construcción probable entre 1187 y 1196, fecha de la invasión de Navarra por los castellanos durante el reinado de Sancho VII. Tiene tres naves con transepto y cinco ábsides, de los que sólo tres se observan desde el exterior.

La iglesia de San Migue se halla en el pueblo segoviano de Fuentidueña, declarado Conjunto Histórico de Interés Cultural, ya que junto a esta iglesia, posee además las ruinas y necrópolis de San Martín y la muralla que circunda al municipio. La edificación del templo se efectúa entre finales del XII y principios del XIII, siendo de su última fase la galería porticada que se le añade al norte. Posee uno de los canecillos de temática erótica más explícitos del románico español.